Capítulo 2

192 26 8
                                    

ㅤShadow posaba helado frente a la figura oscura

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

ㅤShadow posaba helado frente a la figura oscura.

ㅤ──Déjalo ir. ¿Quién eres?

ㅤSu mano comenzó a brillar azul y tenía una expresión en su rostro como si estuviera listo para matar. Sus ojos brillaban intensamente. Sus anillos inhibidores ya no se encontraban en sus muñecas y tobillos. Sus heridas parecían ya estar curadas completamente.

ㅤ──Déjalo ir. Ahora.

ㅤLa gran silueta sujetaba a Tails por el cuello.
Dos esferas que parecían ser sus ojos brillaban en la oscuridad. La extraña sombra permaneció en silencio por unos segundos y soltó a Tails sin más preámbulos.

ㅤEste tomó aliento y lo primero que dijo fue:

ㅤ──¿¡Me estabas siguiendo para asegurarte de que no estaba en peligro!? ¿Por qué no confías en mí, Sh... ──La voz de la bestia lo interrumpió, citando el nombre de Shadow. Ella salió lentamente de las sombras revelando su apariencia.

ㅤElla... Ella era María. La mujer que estaban buscando.

ㅤ──... ¡Oh, Shadow! ──gritó de la emoción comenzando a llorar, fue corriendo a envolver a Shadow en sus brazos── ¡¡Te he echado tanto de menos!! Mi Shadow...

Todo estaba pasando tan rápido, era difícil de asimilar.

ㅤSiguió abrazándolo, acariciando su cabeza como si fuera un gatito. Tails los miró sorprendido.

ㅤEl brillo de Shadow se apagó. Todavía estaba desconcertado, pero parecía estar sonriendo.
Se dejó envolver por el abrazo de María.

ㅤ──Yo... Y-yo también te extrañé...

ㅤAquel acto de afecto duró bastante tiempo. El azabache podía sentir las lágrimas de la rubia deslizándose por su espalda.
Después de un rato, la mujer se alejó un poco para ver el rostro de Shadow en detalle, apoyando una de sus manos en una de las mejillas del erizo negro.

ㅤ──... Mírate... Parece que has crecido fuerte y saludable... Estoy tan feliz de volver a verte... ──Le dijo dúlcemente.

ㅤÉl sonrió, y cálidamente posó su mano en la de María, sin poder contener más sus lágrimas.

ㅤ──... Tu muerte... ¿Fue mi culpa? ¿Fue por mi culpa?...

ㅤLa sonrisa del moreno se convirtió en una de angustia.

ㅤ──... Dime, María... ¿Todavía merezco pelear?... ¿Todavía merezco proteger este mundo?

ㅤ──Shh... ──Ella lo silenció gentilmente──. Nada de lo que pasó fue tu culpa... Siempre ha sido culpa de...

ㅤSe detuvo, tratando de evitar el tema.

ㅤ──... Más que nadie en el mundo te mereces descansar... Has hecho un gran trabajo protegiéndonos... Estoy tan orgullosa...

𝐄𝐋 𝐏𝐑𝐎𝐆𝐑𝐀𝐌𝐀 𝐂𝐄𝐋𝐄𝐒𝐓𝐄. STH ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora