Enfermos De Amor.

Capitulo 6

Quién haya dicho que las festividades eran para pasar en familia no conocía a la mía. Tal parece que en esta familia nadie disfruta estar unos con los otros. Empiezo a envidiar a Marcus quien se ha ido con su madre, al menos no la está pasando solo.

Es el último día del año, a pesar de que ayer hacía calor hoy ha amanecido lloviendo, mi padre decidió irse de último momento de pesca con sus amigos y familias; por lo cual este día lo pasará navegando. Jiny fue a pasar el día en casa de sus suegros, mi hermano se irá de fiesta con sus amigos, me he quedado sola en casa porque incluso el personal de apoyo se ha ido con sus familiares.

[Dave dice que te puedes unir a nosotros, es el club de uno de sus amigos. Habrá una zona especial para nosotros así que no habrá nadie molestando]

La vocecita del otro lado de la línea estaba tratando de convencerme.

—No quisiera arruinar su salida.

[No arruinas nada, te estoy diciendo que estarán sus amigos. Además no hemos salido mucho, temo que te vuelvas una ermitaña]

—Si me decido los veré allá.

Cuelgo el teléfono y me pongo de nuevo a ver la serie que había interrumpido por contestar la llamada.
Es una escena en dónde los protagonistas van a una fiesta en un bar, lo que hace reconsiderar mi desición sobre dónde pasar la noche.

¿Realmente quiero quedarme viendo dramas?¿Debería unirme a la fiesta?

Son apenas las seis de la tarde, la fiesta estaba planeada para después de las nueve de la noche, por primera vez en mi vida decido no quedarme en casa viendo aquella serie que me ha atrapado.
Revuelvo mi closet tratando de buscar algo que no sea demasiado ni poco para ir a un club en el corazón de la ciudad.

Comparado con el año pasado en donde mi padre renunció a su orgullo e invito a mi madre a pasar este día en casa, está vez es un asco. No culpo a mi madre por no querer pasar otra festividad con él, a veces suele ser desesperante su constante insistencia por qué ella vuelva. Estoy molesta con todos porque no se detuvieron a pensar en mí antes de tomar sus decisiones. 

Cómo estoy sola me he tomado el atrevimiento de asaltar el clóset de mi hermana quien siempre tiene cosas nuevas y de tomar el auto de mi hermano prestado. Su amigo había pasado a recogerlo por lo cual el auto estaba en el garage.

—Es una pena que siendo tan bonito te dejen aquí guardado—digo mientras paso uno de mis dedos por el capo del auto. Aunque hay una gran colección de autos no hay alguno que me guste para esta noche más que este.

Enciendo el auto y comienzo a conducir al centro de la ciudad. Es imposible no robar las miradas sobre todo de los chicos que ven semejante belleza desfilando por las calles de la ciudad.
Llego al club, al bajar las personas en la fila de entrada miran a dónde estoy, sé que no es a mi, sino al auto. El ballet parking toma la llave, aunque me siento un poco preocupada del auto, sé que mi hermano lo ama mucho, pero no creo que algo malo pueda pasarle.
Desfiló escaleras arriba de aquel lujoso club, es un edificio de cinco pisos; no he venido aquí antes así que no conozco su interior, me adelantó a toda la fila hasta llegar al cadenero.

—¿Nombre?

—Joy Santillana—tras buscar unos segundos en su tablet, quita la cadena y me da acceso al lugar, puedo escuchar unas quejas detrás de mi las cuales desaparecen al cruzar las puertas.

El volumen de la música es muy alto para mí gusto, la gran barra se encuentra frente a mi, hay un pequeño lugar con mesas del otro lado del escenario donde está el dj, mis ojos se posan en la segunda planta en dónde hay una zona más exclusiva, lo sé porque ahí está Dave con Mady, ambos me miran y es Dave quien camina a las escaleras para llegar a mi, lo cual le toma un poco de tiempo ya que en el primer piso está repleto de gente.