La vida puede estar llena de sorpresas, cuando menos te lo esperas puedes encontrar de nuevo aquella persona a la cual has estado buscando por meses sin tener éxito; pero de pronto un día sin esperar nada, sin poner esfuerzo alguno ella aparece.
Era la primera vez que la veía en las gradas apoyando un equipo, aunque era el quipo contrario estaba feliz de verla ahí.—¿Qué te ocurre?—me cuestiona un muy agitado Pat, quien se acerca a mí cuando marcan el fin del partido.—Dejaste pasar el balón.
—Lo siento me distraje.
Aunque no es un chico que le gusten los deportes me la he ingenido para traerlo al equipo.
Estamos caminando hacía las gradas donde ella se encuentra, podría ir y hablarle pero ese chico rubio llega antes que yo, y es una de las pocas personas que no tolero ni ver, así que solo dejo pasar mi oportunidad de saber quién es.
No puedo sacarla de mi cabeza, estoy muy interesado en conocerla así que si ella conoce a Dave, puede que esté en su misma facultad. Claro era eso. La razón por la que no la encontraba era que nunca me imaginé que estuviera ahí, no tenía excusas para acercarme a ese estupido lugar lleno de niñitos ricos.—¿Por qué estás tan distraído?—Pat quien es mi mejor amigo, se sienta a mi lado en la banca donde me estoy poniendo los zapatos.
—Acabo de conocer a alguien—expreso con una amplia sonrisa pícara.
—Tu y tus conquistas—se pone de pie y me tira mi mochila—apresurate Lily nos ha de estar esperando.
Salimos de los vestidores para ir al encuentro de mi hermana menor quien nos ha invitado a cenar, la escena ante nuestros ojos nos atrapa, aunque es un poco oscuro sabemos que algo no está bien y mientras yo me presuro agritar Pat sale corriendo a prisa tras aquel que se ha dado a la fuja. Me acerco a la chica que está sobre el piso y cuando alza el rostro me sorprendió al darme cuenta de que es ella.
Fueron menos de diez minutos que compartimos con ella, y sentía que era agradable, como la persona que quería conocer, pero también había otro gran problema, y es que era una chica de alta sociedad y nunca, pero de los nunca se fijaría que alguien pobre.
Nos quedamos viendo como el auto blanco se marchaba, de todos los encuentros que podría haber imaginado este era mi menos favorito. Me sentía algo preocupado por lo sucedido pero ella dijo que estaba bien así que solo la dejamos ir.
—Esa chica es rica—dejo escapar de mis labios en un tono desanimado.
—Solo eso piensas—me mira con su ceño fruncido, es lo menos que esperaba de él.
—Pero me preocupas sabes—me cruzo de brazos.
—¡Ey!—la voz de Lily nos hace voltear a dónde ella—los estaba esperando para cenar pero tardaban tanto que decidí venir.
Algunos dicen que ella es la versión femenina de mi, sus cabellos negros, rizados, su piel morena y un cara alargada es la razón. Tiene todo lo que yo tengo.
Ella se cuelga del brazo de mi mejor amigo, con quién parece llevarse mejor. A veces creo que le gusta pero es algo con lo que no estaría de acuerdo.
—No creerás lo que nos acaba de pasar—digo animado mientras la abrazo por el cuello.
Comienzo a contarle todo a mi hermana mientras nos dirigimos a cenar en uno de aquellos puestos a las afuera del campus.
—Uyy ¿No será que esa chica te ha gustado?—dice mientras me observa por encima del menú, con aquella mirada traviesa.
—No, además tengo la leve sospecha que es una riquilla, así que ni pensarlo. Aunque no me disgusta la idea—rio—ser mantenido, no estoy en contra de eso.
ESTÁS LEYENDO
Enfermos De Amor.
Roman pour AdolescentsEl amor ha sido definido de muchas formas, yo lo considero un enfermedad. Si supieras desde un inicio que tú historia de amor no tendría un final feliz ¿Aún así te arriesgarías? Conocer a alguien cuando menos lo buscas puede traer un sin fin de co...