¡Se logró! (Ruspan)

Es un día normal... que sale mal.

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Por estas horas del día los latinos intentan sacarle la sopa a Panamá, quien los ignoraba y se negaba a salir de su buen humor y estado de animo, incluso estaba preparándoles el almuerzo a todos sin chistar. A pesar de comportarse bastante benevolente ante cualquier petición y acceder a todo con una sonrisa los países estaban ideando a sus espalda algo, según ellos por que la latina no estaba siendo del todo honesta con que era lo que le ocurría. Absurdo si me lo preguntan.

—Una vez vi a USA hacerle esto, se pone como tontita y te dice todo lo que quieras con toda honestidad. —Apunta el mexicano, este portaba un cuchillo muy afilado en su mano derecha.

—Mex, ¿piensas amenazarla con un cuchillo? —Habla Perú como la voz de la razón entre ese montón de ineptos.

—No, claro que no carnalito, vamos a clavarle el cuchillo en la frente. —Eso para nada sonaba mejor.

—¡Vamos a hacerlo! —Anima Colombia, Uruguay no se queda atrás y quiere ver el desenlace de esta idea que desde el comienzo suena estúpida.

—Bueno, alguien tiene que agarrarla y yo le clavo el cuchillo. —Frota sus manos viendo como ejecutar su malvado plan. 

—Deberíamos hacer una votación. —Pide Perú. —¿Los que estamos en contra? —Se vio solo levantando la mano, no se encontraban Brasil, ni Costa rica en ese momento. —Cuando mas se necesitan no están.

—¿Los que están a favor? —Habla México levantando la mano junto a Colombia y Argentina, Uruguay se mantiene neutral. —Ganamos vamos, ¡hagámoslo!

[...]

—Ya casi está la comida, deberían llamar a Costa Rica y al pollo. —Dice en una simple sonrisa dejando de la tapa sobre la hoya que burbujea. De pronto y sin previo aviso unos brazos la inmovilizan y miró con terror el filo tan cerca de su cara. —¡¿Que xuxa te pasa, Suéltame?! —Forcejea con Argentina que era cómplice de esto.

—Ay wey, creo que me estoy arrepintiendo de esto. —Se lleva la mano libre a la nuca, esto podía salir mal si no era cuidadoso.

—Te voy a meter ese cuchillo por donde no quieres saber. —Dice en una sonrisa torcida y soltando una risa tétrica, entre su rostro surge una grieta y que vuelve mas y mas grande como algún tipo de boca con la que respira atreves de ella. 

—Ay cabron, se le metió el chamuco. —México iba a desistir de su plan, pero Argentina no la pudo sostener mas y ella se abalanza contra el mexicano. La cara de terror del resto fue tal al presenciar gotas de sangre que caen al suelo. 

—¡Ahhh la mataste! —Grita Perú asustado, creía ser testigo de un asesinato y culpable al no evitar que sucediera.

—¡No seas pendejo no podemos morir! —Al México igual grita estando seguro que estaba bien.

—¡Pero cuando un país ataca a otro si puede morir! —Exclama.

—¡¡Ahhh!! —Todos comienzan a gritar en histeria, menos Uruguay que salió corriendo al baño a regurgitar el desayuno.

Sin que ellos se dieran cuenta por culpa de su hiseria colectiva, la panameña separa su mejilla del suelo, se sienta primero antes de regresar en si, mira sus manos, mira las estrellas y la franjas que estas tenían, era como si esto fuera nuevo para ella. —¿por que están gritando? —Pregunta a ellos.

—¡Era tan joven, es como si aun pudiera escuchar su pequeña voz! —Llora Perú.

—¡Cabron, dejemos todo esto y vayamos al polo norte! —Exclama México, Argentina ya tenia las maletas.