Recuerdo esa mirada desampara de Caleb, parecía como si la alegría se hubiera difuminado de su rostro. Entonces lo recordé, era el día en que nuestra madre murió.
Fue un día triste para nosotros. Esa tarde, Caleb y yo nos fuimos al cementerio a visitarla. Observe como Caleb le brotaban lagrimas de sus ojos, su mirada completamente clavada en la tumba de mi madre. Yo solo me encontraba arrodillado junto a el, mis sentimientos se encontraban completamente revueltos.
Al fin y al cabo disfrute todos los momentos en estar junto a ella, las noches cuando nos contaban cuentos antes de dormir, eso nunca lo olvidare.
-¿La extrañas mucho verdad hermano?- le pregunte, caleb siguió con la mirada gacha.
-Si pequeño- me respondió- ella siempre estuvo ahí para nosotros, pero esos malditos...- se le entrecorto la voz- malditos...-sollozo, en ese momento me sentí mal por el-. no importa- dijo y se puso de pie- vámonos pequeño, es momento de irnos a casa.
A continuación me tomo de la mano, y nos dirigimos a nuestra cabaña. Por el camino me puse a observar mi alrededor, todo el territorio completamente lleno de tierra, ni un solo árbol, el cielo era lo único que me encanto apreciar.
Estaba anocheciendo, la atmosfera estaba llena de estrellas. Caleb siguió caminando con la gesto serio. Yo tenia la intención de animarlo, no me gustaba que mi hermano este con esas malas vibras, solté su mano y empecé a corretear alrededor de el.
-Philip, no estoy para juegos- me contesto el ignorándome.
No le hice caso, seguí con mi palomillada. Deje de dar vueltas y me dispuse a tratar de convencerlo que jugué conmigo, me acerque rápidamente a él y lo toque por la espada.
-¡Las traes!- exclame, y me aleje lo más rápido posible de el, con la intención que no me atrapara (o eso pensé yo) pero al contrario, Caleb siguió estando inmóvil- vamos hermano, no seas aburrido.
Caleb suspiro, creo que ya había entendido que yo solo trataba de darle ánimos.
-¡Corre!- dijo y empezó a perseguirme.
Nos quedamos casi toda la noche jugando, conversando entre los dos y contándonos chistes y anécdotas. Para mí fue una de las mejores noches que siempre recordare.
-Te acuerdas de la vez que tiramos pintura al señor Bradley, su reacción fue lo mejor jajaja- hice ese comentario.
-Si claro, pero no estuvo bien- dio una pequeña pausa- aunque... fue divertido.
-Si- respondí y lleve mi mirada al cielo- ¿Caleb?- empecé a decir.
Caleb volteo a verme
-¿Que paso hermanito?- me dijo con una sonrisa en su rostro.
-Tu crees que ¿siempre estaremos juntos?- dije al fin.
Caleb suspiro, no contesto inmediatamente parecía como si estuviera meditando su respuesta, se veia tan tranquilo, luego dirigió su vista a la luna.
-No estoy seguro pequeño, pero te garantizo que siempre estaré contigo pase lo que pase.
-¿Promesa de meñique?- respondí ofreciéndole mi dedo pequeño como símbolo de cerrar aquella promesa.
-Promesa de meñique- contesto el.
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El Diario de Philip Wittebane
Fiksi PenggemarAño 1600, autor: Philip wittebane, lugar:Islas hirvientes. Hola querido lector, quieres saber mas de mi historia, aunque en si es un poco deprimente ya que yo soy el villano de este suceso. Mi diario es lo unico que estubo siempre conmigo, se que er...