Visiones

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Pasaron un par de años después del aquel suceso del avistamiento de esa criatura. La verdad es que ya casi lo había olvidado, creo que más bien fue un producto de mi imaginación.

Aun sigo recordando el suceso de las manchas de sangre en el taller, todavía no tengo respuestas, Caleb también sigue con incertumbre, según el creo que fue alguna broma hecha por los pueblerinos o algunos niños traviesos de por ahí, pero en mi opinión yo no creo eso aun mas cuando me encontré con aquel manuscrito, nunca lo pude aclarar ¿una broma? ¿una advertencia?. Por otro lado, el tema de las desapariciones mis dudas fueron aclaradas. Según me dijeron, hubo una plaga de manadas de lobos por el pueblo, nada que ver con lo de las brujas y demonios. Aunque siempre me intereso saber más sobre aquellas criaturas.

Aparte de todo eso, una noche fue demasiado extraña. Me acuerdo cuando estaba enfermo (siempre cuando estaba enfermo Caleb estaba pendiente de mi, como si fuera un niño pequeño) me encontraba recostado en mi cama, Caleb al lado mío sentado en una silla, me coloco la palma de su mano en mi frente-parecía haber cogido gripe, ya que tenía fiebre-.

-Es mejor que te vayas a dormir pequeño, tienes la temperatura alta- me dijo.

-Ya no me digas pequeño, ya no tengo 8 años Caleb- replique mientras me acurrucaba entre las sabanas.

-Jaja esta bien, aunque siempre serás mi pequeño hermanito- su sonrisa desapareció de golpe, de pronto se puso serio y empezó a decir- Philip, necesito confesarte algo.

-¿Que cosa?

-Es sobre...mama- se le quebró la voz, mi rostro cambio de expresión- tengo que decirte la verdad ya que ahora estas mas grande, te mentí todo este tiempo, siempre te dije que ella era muy amable con los demás, que todo el pueblo la adoraba y era muy compartida pero todo eso es mentira- suspiro- la verdad es..., después de que nuestro padre la abandonara la dejo sin nada, la voto de la casa. En ese entonces yo tan solo tenía 11 años y tu todavía eras un bebe, nuestra madre no sabía como encontrar la manera de mantenernos, así que no tuvo más remedio que pasarse la vida robando. Era lo único que podía hacer para poder alimentarlos, un día la descubrieron, tuvo que pagar por sus delitos llevándola a la horca, aun recuerdo cuando la vi morir, yo te tenía en brazos sigo recordando ese trauma al verla. Se que todo lo que ella hizo, robarle a la gente, estaba mal pero lo hacia por una razón, solo quería alimentar y cuidar a sus hijos. Desde ese día empecé a odiar a los cazadores del pueblo.

Me quede sin palabras al escucharlo, al final me dio un beso en la frente y se despidió de mi dándome las buenas noches. Esa noche tuve pesadillas, en si ya que pesadillas no era lo que soñé mas bien parecían visiones.

Estaba en el bosque que anteriormente había visitado, todo estaba completamente oscuro, escuchaba susurros pero no entendía lo que decía, de pronto el panorama en donde estaba empezó a difuminarse, me teletrasporte al taller, ese día en que encontrábamos las manchas de sangre en el piso. Me sentía completamente confundido, de nuevo me volví a teletransportame pero ahora me encontraba en un espacio negro y oscuro. De fondo se escuchaban voces y susurros, todo completamente revuelto, las voces se mezclaban lo cual no me permitía entender lo que decían.

-¡Philip!- era la voz de caleb, pero sonaba mas ronca y grave.

-¡Caleb! ¡Caleb!- eran los gritos de una mujer.

-¡Eres un monstruo!

-por favor no lo hagas esto- seguía escuchándose la voz de mi hermano.

-¡Me vengare de ustedes!- era la voz de hombre, nunca la habia escuchado.

-¡Evelyn!

-El titan tiene grandes planes para ti.

Las voces se mezclaban mas, era como una habitación sonora donde yo me encontraba atrapado. Empero, ahora empezaron a escucharse gritos y alaridos.

-¿por que haces esto? solo te quiero ayudar.

-¡No! mientes

-Si, coleccionista.

-¡Malditas brujas!

-¡JURO QUE ME VENGARE!

No podía soportarlo mas, di un alarido, el panorama cambio, sentí una sombra detrás de mi y al voltear observe a un hombre con una máscara, túnica blanca y hombreras de color marrón. Me miraba con confusión, ese mismo hombre se convirtió en una especie de monstruo, su cuerpo completamente lleno de una sustancia viscosa, tenia ojos azules que le cubría todo el cuerpo. Se acerco a mi con un movimiento rápido y cuando estaba a punto de atraparme !desperté!.

Estaba completamente bañado en sudor, mi corazón latía mil, mis manos me sudaban y mi respiración aumento de velocidad. Me senté en mi cama, Caleb seguía durmiendo, pero no me volví a dormir me quede pensativo en aquel sueño que había tenido, no comprendía nada, estaba totalmente confundido, me puse a pensar ¿será una señal? ¿una advertencia? ¿una profecía? ¿estoy viendo visiones? ¿me he vuelto loco? ¿lo que comí me había sentado mal?.

Muchas dudas y ninguna respuesta, ¿se lo contaría a Caleb?

Muchas dudas y ninguna respuesta, ¿se lo contaría a Caleb?

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El Diario de Philip WittebaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora