Año 1600, autor: Philip wittebane, lugar:Islas hirvientes.
Hola querido lector, quieres saber mas de mi historia, aunque en si es un poco deprimente ya que yo soy el villano de este suceso.
Mi diario es lo unico que estubo siempre conmigo, se que er...
Me desperté en media noche por los molestosos ronquidos de Caleb, trate de no hacerles caso pero por lo más que lo intentaba no podía conciliar el sueño. Probé con colocarle pañuelos de tela en la boca para que dejase de roncar pero aun así seguía con su jadeo.
Al poco rato me quede mirando el techo recostado en mi cama, hasta que lo escuche, era el mismo sonido que había escuchado anteriormente. Recordé esa noche cuando Caleb se puso tan tenso al oír aquel sonido, al principio no le di importancia pero mi curiosidad me gano.
Agarre mi espada de madera y mascara, di un vistazo hacia el dormitorio de Caleb y al comprobar que seguía dormido abrir la puerta y salí sin rumbo, solo tenia la idea de saber de dónde, de quien o que provenía aquel sonido.
Al pisar el suelo arenoso mis pies de ensuciaron de tierra (estaba completamente descalzo), no me importo, me gustaba sentir la tierra en mis dedos.
El sonido no paro de escucharse hasta que yo llegase a las entradas de un bosque, técnicamente había llegado a las afueras de Gravesfield (era el nombre de mi pueblo)-ay que recalcar que deje un rastro de huellas en el suelo, desde la cabaña hasta ese bosque-.Nunca lo había visto, Caleb jamás me había hablado de aquel lugar, ni en los mapas y planos que había visto por el pueblo se encontraba la ubicación de ese sitio.
Al comienzo tuve dudas de adentrarme en aquel bosque (más que dudas, miedo). Pero tenía aquel interés de saber cuál era la procedencia de ese sonido, así que me decidí adentrarme. Estuve unas cuantas horas siguiendo la pertinencia de aquel ruido, para mi mala suerte empezó a llover por lo cual el suelo comenzó hacerse barro y mis pies se hundían en el fango con cada paso que daba. Al no encontrar nada y darme por vencido en el momento que ya me retiraba para regresar a casa, el sonido aumento de tono se escuchaba tan cerca de mi que al voltear entre unos arbustos pude apreciar a un ser de apariencia humanoide.
Para mi era totalmente extraordinado pero a la vez sentía temor; la criatura se encontraba contemplándome, no podría apreciarla bien por la oscuridad del bosque no se le apreciaba el rostro solo observe que tenía una mano levantaba y encima de ella flotaba una especie de esfera brillante, luego me di cuenta que elevo su otro brazo como si estuviera ofreciendo a que fuese con aquella criatura.
Solo me quede perplejo observando, nuevamente empezó a escucharse aquel sonido, obviamente provenía de aquel ser era como un silbido que hacia. Era tan hipnotizante que sin que yo me de cuenta, comenzó a dirigirme hacia aquel ser.
Cuando ya estaba a unos cuantos centímetros de ella, sentí que una mano me agarro del brazo izquierdo cuando me di la vuelta supe quien era.
-¿Pequeño que haces aquí?- era Caleb, razone que pudo haber visto mi rastro, seguirlo y llegar hasta mi.
No le respondí, voltee hacia donde se encontraba la criatura, para mi sorpresa había desaparecido.
-Solo salí a jugar por un rato- respondí dirigiéndome hacia el.
-¿A estas horas de la madrugada?- me agarro de la mano- vamos, volvamos a casa.
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