CAPÍTULO SEIS

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Su piel se eriza ante lo que parece ser su reflejo

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Su piel se eriza ante lo que parece ser su reflejo.

Quiere correr, quiere gritar, quiere llorar por qué la persona que está en ese espejo no es él. Una pequeña cicatriz se puede ver cerca de su ojo izquierdo seguido de leves cortaduras escurridas de sangre por todo su rostro.

Cómo si su rostro hubiera sido el protagonista de una masacre de vidrios cayendo sobre él.

Pero sobre todo, quiere morir para poder ser libre.

—Dime niño. ¿A quién vés?. — La voz del doctor resuena en la habitación sacándole un susto al mencionado.

Se encoge en su sitio y lleva ambas rodillas a su pecho como si eso fuera suficiente para protegerse.

—¿Quieres qué lo llame?— vuelve a hablar el mayor en un tono neutro y demandante.

No hace falta que diga otra palabra más para que el contrario sepa a quien se refiere.

—A mí. — Responde en un fingido tono de calma.

El hombre ríe suave por la nariz.

—¿De verdad eres tú?— camina hasta quedar a menos de un metro de distancia del menor para mirarlo con superioridad.

"¿De verdad soy yo?" Se cuestiona mirándose de nuevo en el espejo.

Las luces se apagan y lo único visible de él es parte de su rostro debido a la iluminación que se cuela por sobre la pequeña abertura de la ventana.

Entonces pone atención a sus facciones y quiere romper a llorar ahí mismo al no reconocerse.

El hombre sabe que el menor se ha dado cuenta, retrocede sobre sus pasos sin despegar su mirada del contrario.

Es fascinante, es relevante, impresionante.

—¿Lo conoces?— Pregunta calmado.

El menor niega.

—¿Quieres conocerlo?.

—No lo sé, siento que no deja de mirarme, me da miedo.

"Miedo" resuena en la mente del peligris pensativo.

Un olor lleno de pura satisfacción ante su creación.

—¿Quieres saber su nombre? — pregunta sin poder quitar su sonrisa.

—¿Y si me pregunta el mío? — cuestiona el menor con total inocencia.

—Le dices que te llamas Taehyung.

—Pero, yo no me llamo así. — El niño mira al doctor confundido.

—Lo sé, Jungkook.

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