𝐃𝐄𝐕𝐈𝐋 𝐈𝐍 𝐏𝐄𝐑𝐒𝐎𝐍 ; carl gallagher

09. morning

— ¡AH! ¡MIERDA! — se quejó Courtney mientras se sobaba la cabeza luego de golpearse fuertemente contra una pared.

Las ganas de toser todo el aire que tenía en sus pulmones iba acercándose más y más desde su dolorida garganta. Su cara estaba grasosa al igual que su pelo, y tenía mucho calor.

Se levantó de la cama para ir al baño a refrescarse el rostro, pero volvió a la realidad cuando sin querer movió a alguien acostado junto a ella. Confundida, se giró para observar qué había sido eso y logró ver a Carl, durmiendo.

Estaba acostado observando hacia el techo, con un brazo extendido, sin remera y con la boca abierta. Courtney abrió los ojos en sorpresa mientras los vagos recuerdos de la noche anterior empezaban a volver a su consciencia, ¿había tenido sexo con Carl?

Con cuidado, se acercó a él y corrió un poco la sábana que cubría de su cintura para abajo, y sí, estaba desnudo. En eso la chica se miró a si misma para asegurarse de que tenía ropa puesta, y sí, la tenía. Solo su brasier y pollera, no lograba encontrar su ropa interior de abajo. Se quejó por lo cansada que estaba y todo lo que tenía para resolver y empezó a revolver sábanas y ropa sigilosamente esperando encontrar su prenda faltante.

Luego de unos minutos buscando, no había encontrado ni su top, ni su ropa interior así que agarró la remera de Carl que estaba tirada en el suelo y se la colocó, "espero que esto me tape algo"pensó.

Se encaminó hacia la puerta y antes de marcharse lo miró una vez más, esta vez recorriendo todo su cuerpo con la vista. Pero algo la desconcentró de admirarlo cuando observó que sus panties negras estaban enroscadas en la muñeca del Gallagher.

— ¿Es en serio? — cuestionó al aire en un susurro, acercándose al adolescente que no parecía percatarse de nada hasta el momento.

Con cuidado levantó su brazo y cerró los ojos del miedo cuando Carl se removió un poco, pero cuando pareció haberse vuelto a dormir continuó con su misión.

Mordiéndose los labios de la concentración, Courtney logró sacar sus bragas de la muñeca del chico y no tardó mucho en ponérselas.

Ahora sí, arregló su cabello y salió de la habitación observando a todos los que seguían en la casa. Estaban en un estado desastroso, el hogar también. Habían paredes manchadas con alcohol, gente durmiendo encima de la mesa principal, algunos seguían bailando al ritmo del silencio bajo el efecto de las drogas.

Huose ahora se acordó de sus amigas, y apurada sacó su celular del bolsillo. Tenía veinte mensajes de su grupo, nueve de Cora y mas de 30 de Sidney, mierda. Entró a la conversación con Sid, esperando que no esté enojada y no sea tarde.

Sidney 🤍
Courts
Donde estás?
Vamos a volver a casa, te estamos esperando
4:50a.m.
Llamada perdida
Llamada perdida
COURTNEY
CONTESTA
porfavor mi madre va a matarnos
(15) Llamadas perdidas
5:20a.m.
COURTNEY logramos entrar pero porfavor cuando aparezcas ven

La adolescente observó la hora en su teléfono, faltaban quince minutos para las seis de la mañana.
Limpiando la grasa de su cara debido a la transpiración y maquillaje acumulado empezó a caminar hacia la casa de Sidney, abrazándose a sí misma del frío y también de la vergüenza de su estado. Observaba como la gente pasaba en coches yendo al trabajo, o también como salían a correr y a hacer algo productivo de sus vidas mientras ella se volvía de una fiesta.

A veces pensaba en que tenía que cambiar, que nunca saldría ni tomaría hasta tener una edad en la que sí pueda, pero cuando la invitaban no podía negarse.

Luego de un largo rato caminando llegó a la casa de su amiga, la rodeó y entró por la ventana de su habitación encontrando a todo el grupo dormido pacíficamente.

Buscó un lugar en puntitas de pie donde acostarse y cuando vio uno disponible al lado de Paige se acostó ahí quedándose dormida en segundos.

EL DIA ESCOLAR HABÍA TRANSCURRIDO mayormente bien, por suerte. Courtney tuvo menos de tres horas de sueño y sus amigas también, quienes al despertarse y ver que había vuelto no dudaron en retarla y prohibirle volver a hacerlo otra vez sin avisarles.

Pero dejando eso de lado, todo estuvo normal. Carl intentó acercarse a ella como cinco veces según sus amigas pero Courtney lograba evitarlo sin siquiera dirigirle la mirada, exceptuando una sola vez en el día que el Gallagher logró tomarla por sorpresa, saludándola como normalmente lo hacía hasta que el timbre del inicio de clases sonó y no pudo evitar regresar a sus clases, pero no sin antes gritarle un "hablamos luego" acompañado de un guiño de ojo.

Ni Courtney sabía o entendía por qué estaba evitándolo, necesitaba re ocupar su cabeza con algo que no sean las vagas memorias de la noche anterior, y cuando el chico se le acercaba o la observaba en los pasillos lo único que se le venía a la cabeza era preguntarse cómo llegó él a tener sus panties enroscadas en la muñeca.

También por el hecho de que sabía que con el Gallagher no sería solo una noche, y eso ahora lo tenía más que claro, había empezado a aceptarlo, de hecho.

Lo más gracioso de todo era que, hasta ahora, ni sus amigas sabían lo que había pasado entre ella y Carl, ¡demonios! ni siquiera sabía si el mismo chico se acordaba de eso siquiera.