07. partying.

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POR FIN HABÍA LLEGADO LA HORA de la que era nombrada en ese momento la fiesta más conocida de toda la escuela. No era broma, hasta la gente de los cursos más grandes estaba informada del evento, y habían algunos que hasta planeaban en ir.

El grupo de chicas había llegado a la fiesta en el auto de la madre de Sidney, que se ofreció a llevarlas amablemente. Su madre, Carla, había quedado embarazada con Sidney a una edad temprana y sabía bien lo que era no tener el apoyo de su madre ni para fiestas ni para otras cosas, ella quería que su hija disfrutara.

Cora llevaba puesto un top negro con un corte circular junto a mangas ajustadas que al final llevaban volados, una pollera mini de cuerina blanca junto unos borcegos negros y su cartera con una cadena color plata que hacía juego con su piercing en el ombligo. Sus gruesos labios estaban pintados de un rojo oscuro bordeados con negro que iluminaban y resaltaban su sonrisa blanca.

Sidney vestía un corset de cuerina rosa flúor con una pollera de jean color blanco junto un cinturón delgado negro. En los pies tenía puestas unas botas blancas. Su pelo enrulado esta vez estaba atado en dos rodetes altos y parte de su flequillo lacio, dándole un lindo marco a su cara. Tenía un piercing en la nariz que hacía juego con sus aros de plata y sus ojos claros.

Paige tenía puesto un top lavanda con los hombros al descubierto y una pollera mini de color negro, haciendo contraste con su color de piel. Su pelo usualmente con ligeras ondas estaba planchado y caía como seda hasta su cintura. Su maquillaje consistía en sombra lavanda alrededor de sus ojos y  un labial bordó que Cora le había prestado antes de salir.

Finalmente, Courtney llevaba puesto un top con escote caído color verde militar junto a unos shorts cortos negros que decoraban perfectamente sus no tan anchas caderas y piernas. Su pelo usualmente revuelto entre mechones con ondas y lacios esta vez estaba planchado, peinado hacia atrás con mechones adelante. Tranquilamente podría dar un look limpio, pero conociendo a Courtney y su poca higiene eso duraría solo un par de horas. Sus ojos claros estaban decorados con sombra negra y plateada destacándolos mucho más.

El grupo de amigas estaba feliz con como habían llegado a la fiesta, era casi temprano para ellas, recién daban las once de la noche y la gente apenas empezaba a descontrolarse.

Agrupadas en la vereda justo en frente a la casa observaban como autos iban y venían con música con el volumen al máximo y adolescentes por doquier. Algunos venían en sus coches y otros iban caminando esperando a entrar y liberarse del frío de la noche que las chicas también sentían, porque sí, prefirieron estar lindas antes que abrigadas.

— El frío es solo psicológico cuando estás bien vestida, vamos adentro chicas, antes de que nos roben aquí. — comandó Cora tirando su cigarrillo al suelo y siendo la primera en dirigirse a la entrada de la casa, seguida por el resto.

La casa parecía más grande por dentro a decir verdad, al entrar estaba una sala de estar con una mesita repleta de botellas de alcohol y vasos de plástico tirados por ahí con chicos que agarraban y descartaban intentando buscar uno limpio.

Te perderías fácil ahí por la intensa oscuridad del lugar, la gente gritando, besándose y hasta casi teniendo relaciones en el medio del lugar, acompañados por la fuerte música pop que retumbaba los oídos de los alrededores.

Prometieron no separarse tanto para que la hora de volver no sea tediosa, iban a estar todas cansadas y lamentablemente regresarían a la casa de Sidney a pie, la peor idea era perderse.

El grupito de cuatro se dirigieron a la cocina, que usualmente no estaría tan ocupada y así fue, solo era gente sirviendo tragos o bailando subidos en algún lado; lo normal.

Courtney inspeccionaba con la vista a la gente que caminaba por el lugar, buscando alguna cara conocida pero fue en vano porque no había señal de Carl. 

— ¡Hey, Courts! — la llamó Sidney y la pelimarrón la miró atenta, volviendo al grupo — Buscando a tu marido, eh. 

— No hay señal de él... 

— Escuché que se habla con Dominique — confesó Paige esperando ver la reacción de sus amigas, Cora frunció el ceño casi enojada, Sidney abrió la boca en sorpresa y Courtney permaneció neutral, seria.

— No conozco, no problema. — habló claramente mientras dirigía su vista a otra cosa en la habitación, inspeccionando por algún vaso con licor disponible a su alcance. — ¡Dios! ¿tenías que traer tu propio vaso a esta fiesta y no nos enteramos o qué? — se quejó mmientras salía de la cocina irritada con una muy clara expresión de disgusto en su cara.

Iba chocándose con gente mientras subía las escaleras e inspeccionaba cadaa habitación, ni ella sabía qué o a quién buscaba, solo buscaba con qué distraerse que no sea con las charlas de sus amigas. Entró a una habitación que parecía ser la de los padres de Jennifer y agarró una botella de vodka que estaba en el piso y tomó lo que le quedaba, que no era mucho pero a Courtney le alcanzaba con tal de ingerir algo de alcohol. 

Luego de un largo sorbo limpió su boca y salió de ahí con todavía la botella pegada a su mano, con su postura erguida y una media sonrisa en la cara bajó al primer piso y bailó al compás de una canción de electro-pop. 

En eso sintió alguien pegarse detrás de ella, iba a alejarse y hacer un escándalo pero sintió unas trenzas cocidas y supo que se trataba de Carl.

— Pensé que nunca ibas a venir... — gritó con todavía su espalda pegada contra él

— Pero lo hice. — le contestó una voz gruesa detrás de ella y Courtney, confundida se giró para observarlo, no era Carl. 

Un chico un poco más grande que ella la estaba observando, tenía ojos claros y piel oscura, claramente no era el Gallagher. Estaba observándola con una sonrisa de oreja a oreja que logró enternecer a la chica Huose.

Era lindo, sí, pero no era Carl.

Courtney, con una sonrisa nerviosa, se apartó y volvió a la cocina a buscar a sus amigas y a beber un poco más, todavía con verguenza de lo que había pasado. Al caminar y no encontrarlas se dio cuenta de que esta vez el alcohol le pudo haber pegado un poco más ya que sentía las cosas girar más fuerte pero no había notado como empezaba a reirse sola.

Sintió como alguien le tocó el hombro: probablemente el chico de hace unos minutos, pensó. Y con una mirada un poco cansada se giró para decirle:

— Lo siento, creí que eras otra... — intentó explicarle, pero esta vez volvió a confundirse, ya que ahora la que estaba frente a ella era Carl, solo Carl. 

— ¿Eh? — arrugó su ceño al escuchar las balbuceadas de la chica que había comenzado a carcajear levemente y observarlo con una sonrisa cerrada.

— Hey Carl. — lo saludó y el chico la correspondió 

— Yo, Courts. Solo buscaba a mi hermano Nick, ¿lo has visto? — preguntó el Gallagher mientras muy indisimuladamente observaba a la chica de arriba a abajo

— Jaj... Jajaja... — carcajeó apoyándose en el hombro de Carl mientras él la observaba confundido — No lo vi... ¡busquémoslo! — comandó apuntando hacia la puerta de la cocina y perdiendo a Carl en la multitud quien se quedó preocupado buscándola y llamándola por su nombre.



𝐃𝐄𝐕𝐈𝐋 𝐈𝐍 𝐏𝐄𝐑𝐒𝐎𝐍 ; carl gallagherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora