╰┈➤beyond the soul―multifandom one shots.

³|shoyo hinata, haikyuu.

—Y-ya vengo... voy a vomitar. —dice el pelirrojo corriendo al baño.

Shoyo Hinata es un jugador novato del Karasuno, es su primer partido y yo soy de cierta forma la encargada de anotar errores e idear cosas nuevas, básicamente una segunda entrenadora.

También juego al Voleyball. Estoy federada en la selección japonesa de Voley, pero como tengo dieciseís, juego Sub-18, claramente no en primera división.

Digamos que no soy del todo profesional, pero desde pequeña entreno en Karasuno, con mi hermano mayor Tanaka Ryonosuke.

Esta era la quinta vez que Hinata corría a vomitar.

—Espera, ¡Hinata! —grité con furia, el nombrado lentamente se dio la vuelta. Tenía el rostro verde.— Ven aquí.

Tragó su saliva para volver a la normalidad, aunque aun tenía esa cara de perro mojado.

—¿Qué te sucede? —le pregunto con el seño fruncido.

—Es que... —empieza el pelirrojo para terminar con el rostro verde y morado, nuevamente.

—¡Idiota! —ruedo los ojos y lo empujo levemente.— ¿Estas nervioso, no?

—Huh, si... —tiembla él con miedo.

—Es un partido, y no puedes jugar si vas a vomitar cada cinco minutos. —digo con el rostro en alto aunque medíamos casi lo mismo.— Si te pones nervioso no podrás jugar bien, si no juegas bien el equipo se verá perjudicado, te echarán y no jugarás nunca más.

—¡Gracias por el apoyo! —grita sarcásticamente el pelirrojo.

—Escucha, se perfectamente lo que es sentirse nervioso, pero tranquilo. No jugarás mal, no juegas mal, y no porque hagas un solo error te echarán, ¡Te echarán porque te pones nervioso, idiota! —le grito estrictamente con un zape en la nuca para verlo recomponerse.

—Huh... Está bien. —veo como cierra los ojos lentamente, para... ¿Dormirse? Que niño más extraño.

—¡Pero no te duermas! —digo frustrada.

—¡Ah, sí, gracias! —se despierta energéticamente para plantar un beso en mis labios, fue breve. No me dio tiempo a reaccionar ya que se fue.

Me quedé recalculando, quieta como una roca. Acababa de vomitar y me dio un beso en los labios, muy desconsiderado de su parte.

—Hombres... —susurro avergonzada y con algo de asco.

Aunque no puedo decir que no me gustó, me reí internamente.