⁴|luka coffaine, miraculous.

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contenido sexual explícito.

—Luka, eso no tiene sentido. —traté de hacer entrar en razón a mi novio.— Max solo me ofreció jugar al nuevo juego que había creado.

—Al nuevo juego que había creado ¿Eh? —
—dijo mientras tocaba la guitarra para tranquilizarse.— ¿Y por qué a ti, y no a otras personas?

—No lo sé, Luka. Esto es ridículo. —digo levantándome de su cama para dirigirme a la puerta, el me miró expectante.— Escríbeme cuando se te pase.

Abrí la puerta para irme pero de un momento a otro tenía a Luka detrás mío, quien la cerró con facilidad.

Me di vuelta para enfrentarlo a la cara, pude ver que sus ojos estaban llenos de lujuria. Normalmente no era así, nunca lo fue.

Su mano izquierda se posaba al lado de mi cabeza, especialmente en estos momentos de notaba la altura que me llevaba. Acercó su rostro al mío lentamente.

—Lo siento. —susurró cerrando los ojos.— No soporto la idea de que... otro chico sea digno de tu presencia. Es como si alguien tratara de hacerme olvidar la melodía que vengo pensando por días para que sea perfecta de mi cabeza.

Suspiré, cansada.

—No importa, Luka. —ahuequé su rostro en mis manos y él se recargó en éstas.— No sé por qué te molestas tanto si tu y yo sabemos que soy tuya.

Sus brillantes ojos se abrieron de par en par.

Repítelo. —gruñó acercando su cara a mi cuello, sentir su respiración hizo que se me erizara la piel.

—Soy toda tuya, Luka. —susurré en su oído, él comenzó repartiendo besos castos por mi cuello, para convertirlos en besos húmedos, seguramente dejando marcas moradas que con los días se irán.

Dirigí mis manos a su nuca, tomando pequeños puñados de pelo y tirando de ellos, haciéndolo jadear. Sus manos se dirigieron a mi cintura, acariciándome.

Luka... —gemí cuando tocó un punto dulce entre las cosquillas y el placer. De mi cuello pasó a mi mandíbula, luego labios.

Nuestro beso era hambriento pero sensual y lento, tomándonos nuestro tiempo para asimilar las cosas. La desesperación me inundaba. Sus labios carnosos se movían debajo de los míos, luego de unos segundos se separó de mí mordiendo mi labio inferior.

El calor en la habitación comenzó a aumentar cuando comenzó a bajar las tiritas de mi remera, sus ojos oscurecidos me veían, casi comiéndome con la mirada. Me volvió a besar, pero esta vez era mucho más salvaje y desordenado. Sus manos iban bajando desde mi cintura hasta la tela de mi pantalón tiro bajo.

Agarrando mis caderas con fuerza me levantó, yo enrollé mis piernas en él mientras me devoraba. Con lentitud y cuidado me dejó debajo suyo en la cama, sin despegarse de mi boca.

Cuando el aire comenzó a faltar, fue cuando nos separamos, pero su trabajo no había terminado. Me sacó la remera por arriba de mi cabeza, no costó ya que era tela elastizada. A estas altura tenia una muy buena vista de mi corpiño negro de encaje que tal vez y solo tal vez me puse a propósito.

Depositó besos franceses en mi clavícula, dejando un camino húmedo hasta mis pechos, le ayudé a deshacerse de mi brasier ya que sabía que era algo que le irritaba. Se dirigió a mis labios nuevamente para besarme de forma fugaz, era un beso muy hambriento y salvaje.

Sus manos comenzaron a masajear mis pechos, haciéndome gemir de placer en su boca. Luego dirigió su boca a mis senos, agarrando entre sus dientes mi pezón, haciéndome jadear en voz alta.

╰┈➤beyond the soul―multifandom one shots.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora