╰┈➤beyond the soul―multifandom one shots.

¹⁰|kagami taiga, kuroko no basket.

—Hola. —habló una voz detrás mío que me hizo asustar, cuando me di cuenta era Kuroko.

—Perdón, no me acostumbro. —me disculpé con algo de vergüenza.

—Te acostumbrarás. —rió Riko, mi hermana. Tenía que acompañarla en sus clases de basket ya que papá no me dejaba ir sola a casa, como hermana menor la tengo que esperar y que mejor manera de hacerlo que venir a ver.

Ya vine muchas veces a los entrenamientos, y cierto pelirrojo alto había llamado mi atención de una forma brutal.

Como si lo hubiera manifestado unos ruidos desagradables de la suela de las zapatillas de entrenamiento se escuchó. Cuando giré para ver, era el pelirrojo saltando para encestar el balón.

Miré con asombro la escena y vi como sus pies cayeron cuidadosamente en el piso. Sonreí y mis ojos se abrieron con emoción.

Por un momento olvidé que nos llevábamos muy mal.

—¿Disfrutando la vista, hermanita? —me codeó Riko y volví al mundo real.

—Cállate. —bufé con molestia.

—Pensé que se odiaban. —se rió la pelimarrón.— Pero para gustos hay colores ¿No?

Rodé los ojos para sentarme en una banca y seguir prestando atención al entrenamiento, fue entonces cuando saqué mi cuaderno de biología, quería realizar algunos ejercicios, hacer algunas notas y estar lista para el examen.

Aunque era en unas semanas prefería estudiar desde ya. Estuve anotando un par de cosas y dibujando ciertas partes del cuerpo, tenía que estudiar las células y anatomía.

Fue cuando estaba por terminar que se escucho un pitido.
—¡A elongar! —gritó la chica, todos se bajaron para sentarse y estirar sus articulaciones, yo volví a lo mío.

Como última instancia tenía que hacer un cuadro comparativo de los huesos de la mano izquierda y la derecha.

Mi tranquilidad se detuvo ya que cierto jugador me arrebató la hoja de la mano.

—Que nerd. —se rió Taiga al ver lo que estaba escrito.

—Bueno, lo seré pero mínimo puedo disfrutar de mis vacaciones sin preocuparme de la escuela. —le refregé en la cara para quitarle mi hoja.

—Bueno, se ve que también tengo que estudiar. —bromeó él, suspendió seis en lo que vamos del año.— Me preguntaba... si... ya sabes.

Y sí, ya sabía.

—¿Quieres que sea tu tutora, Taiga? —levanté una ceja y con aires de superioridad.

—¿Qué? No. Y no me digas así. —miró para otro lado, ¿A qué se refería entonces?— Me preguntaba si querías salir a algún lado... como una cita. Sí.

Pestañée un par de veces tratando de asimilar lo que me estaba diciendo.

—Kagami Taiga, de 1.90 y con una presencia dominante y personalidad misteriosa totalmente sexy que para nada es mi tipo... ¿Me está invitando a una cita? —sonreí vacilante, hablando con sarcasmo.

—¿P-Para nada...? —se trabó con el rostro totalmente rojo.

—Es sarcasmo. —aclaré para levantarme con mis cosas y colgar la mochila a mi hombro.— Acepto la cita.

—En ese caso... te busco a las siete en tu casa. —la autoconfianza volvió con él en este punto.

—¿Sabes acaso donde vivo? —pregunté con una sonrisa en mis labios, divertida. Su silencio y su risa nerviosa me lo confirmaron.— Me agradas, Taiga.

—No me digas así... —se quejó haciéndome reír.