Babys Moustruos S.A

23. La despedida

Todos los padres se habían ido y Sulley, Mike, Celia y Randall se habían despedido de la señorita Graves, ahora tocaba entre ellos.

- Bueno, Val y yo nos tenemos que ir... - dijo Taylor, entonces los ojos de los seis se llenaron de lágrimas y se abrazaron.

Val y Taylor se fueron llorando, mientras él resto intentaban recordar ese momento para siempre, seguro que lo conseguían.

Ahora quedaba lo peor, la despedida entre los cuatro.

Randall era el siguiente que tenía que irse y se acercó primero a Celia.

- Celia, perdón por todas las cosas malas que te he hecho o dicho, quiero que sepas que ahora me arrepiento.

- No pasa nada, sé que no eras consciente del daño que hacías.

Después Randall se acercó a Mike.

- Bueno, de tí no tengo que despedirme tanto porque voy al mismo cole.

- Ojalá nos toque en la misma clase.

Los dos se abrazaron. Ahora Randall se acercó a Sulley.

- Y Sulley, ay... Lo primero, siento mucho lo mal que me porte contigo...

- ¡No pasa nada! Solo son... Cosas que pasan...

- Y lo segundo es, gracias. Gracias porque me has convertido en otra persona totalmente diferente, nunca te lo podré agradecer.

Los dos se abrazaron mientras todos lloraban. Mike y Celia se unieron al abrazo y Randall se fue por su camino.

La siguiente persona que se tenía que ir era Celia.

Primero se acercó a Sulley.

- Sulley, gracias por dejarme ser vuestra amiga y darte cuenta de que existo, cosa que no todo el mundo sabe, jiji.

Los dos se abrazaron y Celia se acercó a Mike.

- Mike, ¡eres el mejor monstruo que podría haber conocido nunca!

Los dos se abrazaron y después se unió a Sulley.

Celia se fue llorando y despidiéndose con la mano.

Ahora era la despedida que ninguno de los dos quería hacer.

Sulley se acercó a Mike y por poco le ahoga de lo fuerte que le abrazó.

- GRACIAS - dijeron los dos a la vez.

Estos se rieron mientras lloraban y Sulley le dijo.

- Antes no tenía ninguno y ahora que lo tengo hay que decirse adiós...

- Así es la vida, supongo... ¡Sulley! - y le dió otro abrazo.

- Venga chicos, ya hay que irse - dijo la madre de Mike.

- Voy mami, solo un último abrazo.

Y los dos amigos se fundieron en un fuerte abrazo.

- ADIÓS.

Cada uno se agarró de la mano de su madre y pensó en todo lo que habían pasado en esa guardería.

Al principio cada uno estaba muy nervioso, luego se conocieron entre ellos. Luego a Celia y más adelante a Val y Taylor, y a Randall. Después cayeron en el plan de Randall y Randall en el suyo. Randall se volvió su amigo. Han hecho una obra de teatro maravillosa y ahora estaban allí despidiéndose.

Cada uno se separó del otro y empezó a andar a diferentes lados, no sin antes mirarse por última vez.