CAPITULO 6: La Propuesta de Matrimonio

5 0 0
                                    




Después de varios meses separados, finalmente llegó el día en que Laura regresaría a casa para visitarme. Estaba emocionado de verla de nuevo, pero también nervioso por lo que podría significar para nuestra relación.

La recogí en el aeropuerto, y cuando nos abrazamos, supe que nada había cambiado. Todavía nos amábamos tanto como siempre. Decidimos pasar el día juntos, recordando los buenos momentos que habíamos compartido y hablando sobre nuestro futuro.

Mientras caminábamos por el parque, sentí como si fuera el momento adecuado para hacerle la pregunta que había estado rondando en mi cabeza durante tanto tiempo. Me arrodillé frente a ella, saqué un anillo de compromiso y le pregunté si quería casarse conmigo.

Laura se sorprendió y empezó a llorar de alegría. Me miró fijamente a los ojos y dijo que sí. Me sentí tan feliz y aliviado al mismo tiempo. Había estado preocupado de que la distancia y la fama hubieran separado nuestro amor, pero ahora estaba seguro de que nada podía detenernos.

Los días que siguieron fueron de pura felicidad. Laura y yo pasamos el tiempo planeando nuestra boda y hablando sobre nuestras futuras vidas juntos. Me di cuenta de que nada en el mundo era más importante que nuestro amor, y que todo lo demás era secundario.

Pero aunque estábamos muy emocionados por nuestra boda, sabía que había algo más que teníamos que enfrentar. Había estado recibiendo muchas ofertas de contratos publicitarios y de patrocinio, y aunque me habían ofrecido una cantidad impresionante de dinero, sabía que podría significar sacrificios para nuestra relación.

Hablé con Laura sobre esto, y aunque ella estaba emocionada por mi éxito en el béisbol, también estaba preocupada por lo que significaría para nuestro futuro juntos. Me di cuenta de que tenía que tomar una decisión difícil, pero al final, decidí que no aceptaría ningún contrato publicitario que pudiera dañar nuestra relación.

Laura y yo nos casamos unas semanas después, rodeados de amigos y familiares que nos amaban. Sabía que había tomado la decisión correcta al dejar atrás la fama y la gloria para enfocarme en lo que era realmente importante: nuestro amor verdadero.

Pero aún había más obstáculos por delante, y tendría que luchar por nuestra relación todos los días para mantenerla fuerte. A pesar de todo lo que habíamos pasado juntos, sabía que nunca había nada seguro en la vida.

Un Home Run al egoísmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora