Capítulo 1

259 7 2
                                    

Dolor, dolor era todo lo que sentía en ese momento nada más importaba, solo el dolor, tan desgarrador pero todo lo valía cada punzante onda de dolor cada vez que respiraba a causa de mis costillas rotas, podía sentir la sangre salir de mi cuerpo; roja, espesa y caliente para cubrir todo el pavimento, mi hombro otro lugar del cual provenía más dolor y todo esto me pasa por proteger al amor de mi vida aunque él no sepa que existía, cruel realidad la mía, no creen.

Se preguntarán porque el motivo de tanto dolor, bueno eso tiene una repuesta muy fácil.

Mi cuerpo sirvió de escudo, entre un auto que viajaba a gran velocidad y el amor de mi vida, Naruto; sé que parece tonto, él ni siquiera sabía que iba a su misma clase, ni que vivía al lado de su casa, y que su prima Ino es como mi hermana.

Todo comenzó esta mañana, como todos los días me despertaba sola mi madre salía a trabajar desde muy temprano y regresaba igual de tarde y mi padre, bueno él no vive con nosotros desde que tenía 6 años.

Desayune sola como siempre, mi vida es tan rutinaria y monótona todos los días es lo mismo.

Después de haber terminado mi desayuno, me dirigí a la sala para buscar mi bolso una vez que lo encontré me encamine hacia la puerta para salir e ir al instituto, nada más salir escuche un grito de alguien muy conocido para mí, mi mejor amiga Ino.

-!!!SAKURA!!!

- Demonios, Ino no tienes que gritar desde tan temprano- le dije en forme de reproche, es estresante que todos los días me salude así gritando.

-Que amargada, se te van a hacer arrugas- lo dijo sacándome la lengua como una niña pequeña.

Le iba a contestar algo, pero mi vista se fijó en algo mejor que pelear con Ino, su primo Naruto.

Todo uso de razón desapareció de mí, lo contemplaba fijamente, su pelo rubio mojado como todas las mañanas, como los músculos de sus brazos se tensaban levemente mientras se ponía sus inseparables audífonos anaranjados y se perdía en su propio mundo comenzando a caminar hacia el instituto.

Creo que estaba tan perdida contemplándolo, que no me acordaba de que no estaba sola, Ino estaba a mi lado un poco confusa por como miraba a su primo estaba segura de que mi mirada me delataba, así que sin decir ni una sola palabra comencé a caminar siguiendo el mismo rumbo que mi rubio favorito preparándome para el interrogatorio de Ino.


SalvarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora