Otoño - XVI

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🚩Advertencia: mención de sangre y uso de esta🚩

La habitación era un desastre, en cada rincón abundaba el olor a sexo que era más perceptible para el mayor, tan así que estaban seguros de que perduraría por días, ambos eran bestias insaciables en todo el sentido de la palabra, Harry nunca creyó ser adicto a dicha sensación, amaba como Louis lograba doblegarlo con solo su voz y como tocaba lugares impensables en su cuerpo que lo hacían estremecerse.

–Acabamos el aceite amor–

Estaban acurrucados, siendo Harry la cuchara pequeña –Es tu culpa– señalo tosco

Louis rio sonoramente –Si, por supuesto, mi culpa– beso su hombro

Asintió –sin embargo, ¿podemos volver a hacerlo? – cuestiono tímidamente

Su risa volvió a escucharse –Ven aquí cariño– volteo el rostro de Harry robándole un beso, nada brusco como suelen ser, era suave y delicado

Louis acerco su cuerpo, rozando su erección entre sus glúteos –No tienes comparación Harry, tu simplemente podrías ponerme de rodillas y no oirías queja alguna, si fuera posible alabaría cada centímetro de ti, incluso tu bondadoso corazón

Se abrió paso en su entrada teniendo cuidado de no lastimarlo, el rizado tenía los labios entreabiertos jadeando ante la intromisión, las estocadas no tardaron en llegar y con ello sus voces se juntaron en una melodía grave.

Harry llevo su mano hacia atrás tomando las hebras del cabello de Louis entre sus dedos buscando un beso exasperado, el ojiazul lo recibió a gusto deslizando su lengua haciendo del beso uno sosegado, tratando de que el menor disfrutara de cada sensación.

Las estocadas comenzaron a ser erráticas con el paso de los minutos, Louis tomo su miembro masturbándolo para darle su debida liberación. Harry se afianzo a su muñeca haciendo de los movimientos más rápidos.

–À toi, pour toujours (Tuyo para siempre) –declaro Harry

–Tu es le seul que j'aimerai pour l'éternité (Eres el único al que amare para toda la eternidad) – replico Louis

La mano del ojiazul estaba sucia, solo unos minutos después el ya conocido calor en su interior lo hizo jadear con ello sus extremidades cayeron rendidas debido a que la poca energía que les quedaba se había agotado.

Louis salió de Harry para luego darle la vuelta y dejarlo de frente.

–Estoy agotado– comento

–Deberías dormir– dijo mientras acariciaba el rostro del menor

–No tengo sueño, mi cuerpo es el que quiere un descanso–

–Bien, no lo fuerces–

Asintió hipnotizado por las caricias.

Era medio día y el sol estaba más intenso de lo normal, Louis se encontraba profundamente dormido sin ninguna prenda de ropa, parecía imposible no admirar esa increíble vista, pero su estómago pedía a gritos comida y por mucho que quisiera quedarse a ver por mas tiempo, tendría que adelantar la hora del almuerzo. A regañadientes se enderezo observando a su alrededor, las sabanas tiradas en el suelo probablemente sucias y ni hablar de la cama, por un momento llego a pensar que se rompería por tanto movimiento, tuvieron suerte tal vez.

Busco entre los cajones de Louis encontrando ropa casual que pudiera usar mientras iba a la cocina, eligió una camisa de botones negra a juego con un pantalón que era una medida más grande, pero se las arregló para ajustarlo. Levanto las sabanas y recogió la ropa sucia.

Strigoi L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora