Egoist + JJK

003

Ahórrate todos los chistes que vas a hacer
Mientras veo cuánto alcohol puedo soportar
Y entonces, sé mi error

No debí haber llamado
Porque no deberíamos hablar
Tú me pones duro*
Pero ella me hace débil
Be my mistake - The 1975

Había conocido a Seokjin hacía una  semana diría yo, no estaba tan segura, por pura casualidad.

Había estado almorzando con Yura en un día súper casual de Noviembre, cuando empezaba a notarse más el invierno. Yura estaba tocando mi cabello negro y corto, aquel que había cortado hace tan solo dos semanas aproximadamente, como consecuencia de un cierre de capítulo.

Nos estábamos poniendo al día de todo lo que había pasado, especialmente en Busan con Jungkook, cuando de repente Seokjin se había acercado a Yura, pues se habían conocido a través de un amigo en común, uno llamado Hoseok.

Yura inmediatamente me lo había presentado y por ende invitado a comer con nosotras en ese entonces. El muchacho de cabello negro y pálido se veía muy... muy decente, pues era educado, su voz era muy melodiosa, hasta a veces se le salía un poco ronca, pero en sí tenía su voz muy suave. Era guapo, he de admitir.

Una semana después, estaba ahí arreglándome para una cita con el tal Seokjin, quién le había pedido mi número de forma directa a Yura, a sólo un día de conocerme, y posteriormente se tomó su par de días hasta que me habló, mostrando su tan evidente interés.

Era mayor que yo por solo cuatro años.

Y soltero.

—Nara, tu celular está sonando.

Mi hermano Namjoon me pasó la voz, asomándose al baño que compartíamos. Realmente ya debía empezar a mudarme de allí e irme a un departamento de soltera, pero mientras tanto, ahorraba lo que podía estando en la casa de mi madre aún. —Vale.

Dejé de echarme mascarilla y procedí ir a mi cuarto, solo para encontrar una videollamada perdida de él.

Del mismísimo Jungkook.

Casi de inmediato volvió a sonar mi móvil. Dudé en contestar, pues... no lo veía hace ¿cuánto? ¿Dos semanas? Así que presioné el botón de contestar llamada, apareciendo él directamente, con una camiseta negra, que le quedaba muy bien.

—Hey, ¿sucede algo?

Pregunté, mientras me colocaba mis audífonos, para luego volver al baño y seguir maquillándome.

—No, nada, solo quería saber cómo estás, ¿vas a salir?

Llegando al baño me miré el rostro. Sí, iba a salir con alguien más. —Saldré con un amigo.

—Oh, irán a cenar supongo, o ¿algún bar?

—Un restobar. —

Procedí a seguir echando máscara en mis pestañas mientras él me veía desde abajo, pues lo había colocado en el lavador frente a mi. —Ya veo. Estás muy bonita.

Él dijo, haciendo que me detuviera por un segundo. Había puesto fin a lo que había pasado en Busan, sí, huyendo prácticamente, sin aceptar todo lo que él me había ofrecido.