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Dejemos que las cosas se den por si solas
Te mostraré mi mejor lado, te diré mis mejores mentiras

Anoche lo habíamos hecho dos veces. Una antes de la película y una antes dormir; y eso nos pasó factura al levantarnos al día siguiente, pues me dolían las piernas y ni que decir de Jungkook, él no quería levantarse ni de la cama.

Me fui al baño, limpiándome los últimos rastros de periodo. Oficialmente este se había ido. Finalmente.

Me duché mientras dejaba que Jungkook siguiera durmiendo, pues este se había quejado que estaba super agotado. Luego,  fui a prepararle el desayuno. Esta vez decidí hacerle una sopa especial para que recuperara energía y me prometí a mí misma ya no tener más sexo por el día. Habíamos hecho el amor ya cinco veces en menos de 36 horas. Para alguien que no tenía sexo tan seguido, esa cantidad era demasiado. Yo empezaba a sentirme agotada físicamente, pero parecía que mi aparato reproductor no se cansaba de absolutamente nada.

Terminé de cocinar y me puse a arreglar todo el desastre que habíamos hecho el día anterior en la sala. Una vez finalizado noté que eran apenas las 9 de la mañana y Jungkook no se levantaba, así que fui a buscarlo.

Él estaba desnudo acostado boca abajo. Sus músculos se marcaban con facilidad en cualquier posición, me di cuenta. Me acerqué a su costado acariciando su rostro y separando los cabellos que caían por su frente. Una notificación llegó, a pesar que su celular, sobre la mesa de noche, estaba en silencio.

Vi el nombre.

Vi la foto familiar que esa persona tenía de perfil, aunque sea en miniatura.

Jang Da Ah.

No se me iba a olvidar el nombre. Nunca.

Me separé bruscamente y marché, pues lo que había leído era muchas preguntas de por qué no respondía Jungkook desde anoche.

Sin importar que no tuviera la llave del apartamento, tomé mi abrigo, móvil y billetera. No me importaba si no salía con maquillaje, pues apenas me había bañado, pero en ese momento quería salir de ese departamento a toda costa.

Caminé hasta el 7-Eleven cerca del edificio y me senté en una de las mesas pegadas a la pared. Compré un Soju.

Lo abrí mientras sentía mis manos temblar.

Lo que estaba a punto de hacer era algo que nunca había hecho antes. No sé por qué no lo había hecho en realidad. No sé por qué nunca me dio tanta curiosidad cómo ahora.

Abrí el perfil social de Jungkook. Tenía publicaciones de hacía mucho tiempo atrás, el último estaba de hacía más de un año en Japón. Iba bajando, hasta que llegué hace dos años. Esperaba encontrar alguna foto de su boda, pero lo que encontré fue peor.

Jungkook y su esposa en el aeropuerto, en su luna de miel, en Camboya.  Vi el rostro de Jang Da Ah, recordando cada facción y bajé la mirada hasta el subsuelo y más allá ...

Y ahí estaba, llorando una vez más...

🥀

Regresé al departamento luego de una hora. Había tenido varias llamadas perdidas de Jungkook, y mensajes preguntando a donde había ido. Solo respondí diciendo que ya iba de regreso, así que cuando toqué el timbre, la puerta se abrió de inmediato.

Mis ojos hinchados indicaban que algo estaba mal, y Jungkook lo notó inmediato. —¿Pasó algo, Nara?

No respondí.

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⏰ Última actualización: May 10 ⏰

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