Coqueteos sin sentido|| Zormako

V

La caminata hacia el templo de Juan estaba siendo bastante cansina, Drako no dejaba de quejarse por estar caminando mas de lo que estaba acostumbrado, sabia que podía volar, pero si iba a volar ahora quería hacerlo con Zorman en sus brazos.

-¿¡Ya llegamoooos?!- Drako exagero demasiado las "o" en su comentario.

-¡Que si Drako, ya callate!- El mago cerro su puño, estaba apunto de acercarse a darle un puñetazo en la cara a el otro.

Zorman masajeaba su cien, en un intento de que la cabeza dejara de dolerle tanto por las constantes peleas de los dos hermanos, se había ofrecido a ponerse en medio de los dos en un intento de que no llegaran a los puñetazos.

-¡Dejen de gritar los dos, parecen niños chiquitos!- El científico los regaño en un intento de que se callaran por un rato, un momento de paz le vendría bien.

-¡Pero Juan es el que empieza!- Apunto hacia Juan en un intento de incriminarlo de todo lo que pasaba.

-¡Yo que imbécil!- Juan dejo de seguir el camino hacia su templo y solo se dio la media vuelta para encarar a Drako. Rápidamente el científico se acerco a los dos para interrumpir todo aquel intento de pelea.- ¡Zorman aparta!

-¡Hey, no le hables así a Zorman!- Drako miro con odio a Juan para después mirar a Zorman, que igual ya estaba molesto.-¡Bien lo eh decidido! Zorman y yo iremos volando hasta tu mierda de santuario y tu iras caminando por mamahuevo.

Drako aprovecho para agarrar al científico de la mano y poder acércalo a el, lo levanto con facilidad sobre sus brazos y simplemente lo cargo como una princesa en apuros. Zorman se quedo sorprendido por lo repentino que había sido la decisión del hijo del profeta.

-¡No Drako, iré caminando!- Se retorció un poco sobre los brazos de Drako en un intento de que lo bajara al suelo, pero este no lo permitió, en cambio se elevo del suelo con Zorman en sus brazos.

-Agárrate bien.- Drako se elevo a una altura mas alta que los arboles de aquel inmenso bosque, ya habían perdido de vista a Juan, el científico al ver la altura en la que estaban puso uno de sus brazos alrededor del cuello de Drako para así sostenerse mejor.

-Ni se te ocurra soltarme.- Zorman estaba en pánico, creía a Drako capaz de soltarlo y dejarlo morir ahí, después de todo era el hijo del profeta.

-Tranquilo, no te soltare.- Una risita salió de los labios de Drako, no iba a admitir que le parecía divertido ver a Zorman así de asustado por la altura. Se compadeció de su compañero y voló mas rápido hasta el santuario de Juan para poder dejarlo en tierra firme.

Después de unos minutos ya habían llegando al santuario, pero Drako no bajo de inmediato para dejar a Zorman, si no que se quedo unos minutos ahí para apreciar el hermoso paisaje que se formaba cerca.

-Mira Zorman.- Su mirada estaba puesta en el paisaje, cosa que el científico imito.- ¿No es hermoso?

-Si, se ve hermoso.- Zorman miro el paisaje por varios minutos con un brillo en sus ojos que demostraba lo mucho que lo estaba disfrutando.

Drako dejo de mirar al paisaje y se quedo apreciando a Zorman, le parecía mas hermoso que aquel paisaje, tal vez si estaba enamorado y demasiado, había caído por la persona que menos esperaba.

-Zorman, tu eres mas hermoso que ese paisaje.- El científico giro su mirada hacia el, encontrándose con la mirada enamorada de aquel chico.

-Drako...- Zorman se sorprendió bastante por la cercanía pero tampoco podía alejarse ahora, el científico desvió nuevamente la mirada al paisaje para no mirarlo a el.- Deja de jugar conmigo, bájame.

El hijo del profeta le dedico una mirada triste, le hizo caso y descendió hasta la entrada del santuario donde lo bajo con delicadeza. Había bastante incomodidad entre los dos y lo mas probable es que se quedarían los dos solos hasta que llegara Juan.

-Lo mejor será que me vaya.- Drako no podía con esa incomodidad, así que voló nuevamente, dejando a Zorman solo en la entrada de aquel santuario.