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Un nuevo día en el pueblo de Tortillaland había comenzado, un hermoso día soleado como ese ameritaba despertar con una sonrisa de oreja a oreja, pero Drako no estaba así, Drako estaba frustrado, no había tomado para nada en cuenta que su próxima "conquista" se la pasaba todo el día encerrado en un laboratorio, sabía donde vivía más no quería irrumpir derrepente en su hogar porque lo asustaría.

No tenía ni puta idea de que hacer en estos casos, hasta que se le vino a la mente aquellas personas que lo habían molestado la última vez y como último recurso acudió a uno de ellos para pedirle ayuda, a Auron.

Drako le rogo de todas las maneras posibles a Auron para que aceptara llamar a Zorman y que quedarán de verse para recoger patatas, pero este último no se la iba a dejar tan fácil así que el soborno fue la solución que el hijo del Profeta encontro más rápida.
El erudito contesto el mensaje de Auron con un simple "Voy", por fin la rata la laboratorio salía de su escondite. No tardó mucho en llegar, ya que su casa estaba bastante cerca del de mechon amarillo.

Zorman llamo a la puerta de Auron pero se sorprendió al ver cómo Drako la abría rápidamente ¿Que hacia ahí el hijo del enemigo de todo el pueblo? El científico por un momento pensaba que se había colado.

¡Zorman, si veniste!–. El hijo del Profeta le sonrió de oreja a oreja.

Si-... Auron me dijo que viniera a ayudarlo a recoger patatas.– La cara de Zorman era un poema, no entendía nada.– ¿Que haces tú aquí?

¡Ya vez, me invitó también!– Emoción forzada por la incomodidad.

La confusión y la incomodidad se hicieron presentes así que para rescatar un poco el ambiente salió Auron con una sonrisa más que burlona.

Venga hombre, vayamos a recoger las patatas que estas no se recogen solas.– El de mechon amarillo fue por su cuenta hasta donde tenía el huerto esperando que lo siguieran aunque dejándolos atrás para que hablaran solos.

Zorman y Drako venían siguiendo a Auron en silencio, ninguno de los dos sabia como empezar una conversación. El hijo del Profeta se armó de valor, tal vez no iba a entablar una conversación como tal pero iba a empezar con un coqueteo directo, puso una cara coquetea y mientras seguía mirando el camino hablo.

––Oye Zorman, he cambiado de suavizante, ¿quieres venir a mi casa y olerlo?– Coqueteo directo, era imposible que el científico no lo hubiera notado, con su sonrisa coqueta volteo a verlo para darse cuenta de que este estaba recogiendo algo del piso varios metros atrás.

Borro todo rastro de aquella fallida conquista y se resignó a regresar a ver que estaba recogiendo.

¿Que basura estas recogiendo?– Su tono mostraba molestia.

Encontre la flor que estaba buscando para mis experimentos.– Zorman se levantó del piso, guardando la flor en su inventario.– ¿Me estabas diciendo algo hace un momento?

Drako suspiro pero negó con la cabeza, solo le indicó seguir su camino, tal vez otro dia intentaría otro coqueteo mejor no se permitiría fallar de nuevo.

Coqueteos sin sentido|| ZormakoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora