II

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Una cara de derrota era lo que ahora se veía en Drako, el piso de tierra era su único consuelo, su primer intento había fallado rotundamente es más no sabía si llamarlo un "intento", ¿Lo peor? Que Zorman como siempre no salía de casa.

-Hombre, ¿Que haces sentado en el piso?- Un hombre de traje se había acercado a Drako, mirándolo extrañado desde arriba.

-Zorman no sale de su casa jamás... Esto es más complicado de lo que pensé- El hijo de Profeta se levantó del suelo, aunque sus palabras eran de derrota absoluta no iba a permitir que nadie lo mirara desde arriba, se sentiría inferior de esa manera.

Un suspiro salió de los labios de Reborn, quería ayudar a su compañero más no sabía como.

-Venga te ayudaré un poco, lo invitaré a picar a ver si cuela- Aunque el científico y el de traje casi no salieran juntos como amigos sabía que Zorman aceptaría la invitación.

-¿Y esta ayuda?- Drako le sonrió al de traje.

-¡Es amabilidad!- Reborn se alejó de su contrario para mandar el mensaje sin que el otro estuviera de pesado.

➥"Zorman, necesito tu ayuda para encontrar diamantes en la mina"

La contestación no tardó mucho en llegar, una respuesta rápida y directa.

➥"¿No quieres mejor que te de unos diamantes?"

➥"No, apurate y ven a mi casa"

La conversación se quedó ahí y Reborn se volvió a acercar a Drako quien lo miraba con emoción.

-¡¿Si te dijo que vendrá?!- El de traje asintió ante la pregunta.

Sin más preámbulos los dos se dirigieron a la casa de Reborn, se quedarían fuera de esta por si llegaba, por supuesto la cara de Drako demostraba toda la emoción que tenía de ver a Zorman y eso solo hacia sonreír al de Traje.
El científico tardo más en llegar que la última vez pero cuando se acercó miro a Drako con extrañeza.

–¿Drako? ¿Tu de nuevo?–Miro al hijo del Profeta y luego a Reborn tratando de buscar una explicación a la presencia de este.

–Quería venir a ayudarnos, no seas malo con el– Reborn negó con la cabeza pero con una sonrisa burlona– Siganme por acá esta mi mina.

Antes de seguir al del traje, Drako saludo eufórico a Zorman quien solo lo saludo con confusión. No tardaron mucho en bajar a la mina, solo se habían dirigido unas cuantas palabras de como fue su día y cuando ya estaban en la capa de los diamantes solo picaron.

Reborn se alejó lo más que pudo para dejarlos solos, le tocaba ahora a Drako hacer su magia y así lo hizo, mientras picaba se aseguraba de que Zorman le pusiera atención y con una sonrisa coquetea comenzo a hablarle.

–Zorman, ya que estamos aquí en lo oscurito deberíamos acercarnos más ¿no crees?– Algo sutil y así como lo había dicho se acercó un poco a Zorman.

–¿No quieres que ponga una antorcha? Veo que no te gusta la oscuridad– Un corte tan limpio que dejó a Drako sin palabras.

–Noo, con una antorcha haría calor, ¿no estas caliente Zorman?– Un nuevo intento.

–Más bien tengo frío, debería haberme puesto un abrigo– El científico dejó de picar para mirar a Drako– Tal vez si es mejor idea que pongas antorchas.

–Mejor un abrazo para calentarnos– Drako miro a los ojos a Zorman y dijo su coqueteo sin rodeos, algo directo.

Zorman no contestó y en vez de eso puso una antorcha por su cuenta, en silencio volvió a picar, los coqueteo cesaron ya que llegó Reborn a hacerles compañia de nuevo, pero estaba seguro que había dejado al científico sin palabras.


Coqueteos sin sentido|| ZormakoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora