capitulo 3.

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-Señor la criatura no se encuentra en condiciones para ser mostrada al público, el amo Isaac a utilizado múltiples veces el látigo en el, las heridas se han infectado y ya supuran pus. No creo que esté listo para la función de hoy.

-Pues haz algo, la gente a venido a verlo. Lo que Isaac van amburgh haga con sus posesiones no es de nuestra incumbencia zazel, solo tenlo listo para el espectáculo.

-si señor min.

Zazel era una de las más recientes integrantes del circo de van amburgh, y no creía en los métodos extremos de Isaac, el hombre era en excesivo sádico con la criatura. Parecía una especie de venganza hacia la bestia. sentía compasión de la criatura por su horrible infortunio al caer en las garras de Isaac. Pero desafortunadamente ella no podía hacer nada al respecto, era de escasos recursos y milagrosamente tenía talento circense el cuál le habría las puertas al espectáculo. El primer día que vio con sus propios ojos a la bestia sintió una mezcla de temor y tristeza a la vez, si es que acaso eso era posible. La imponente bestia media al rededor de los dos metros de altura y poseía una gran masa muscular y unas garras y dientes afilados que sobresalían de su mandíbula angulosa. Sus ojos eran rojos como la sangre, pero en ellos solo había una inmensa tristeza, que desafortunadamente ella no podía curar. Los días siguientes a su llegada vio el trato inhumano al que era sometido cada día, sus porciones de comida eran racionadas al mínimo, en ocasiones solo para el disfrute del amo, le encantaba ver a la bestia gruñendo de rabia por el hambre. Su comida consistía en trozos de carne cruda, oh en ocasiones los trabajadores del circo arrojaban animales vivos a la jaula de la bestia. La criatura era terrible con sus cuidadores si se les pudiera llamar así, por que ellos mismos solían sentarse a unos metros de la jaula a comer y burlarse mientras la bestia pasaba hambre. Las consecuencias llegaron días después, cuando uno de esos cuidadores había llegado ebrio acercando se demasiado a la jaula para atormentar como siempre a la bestia. El hombre fuera de sus sentidos había metido la mano a la jaula para arrancar varios mechones de la bestia dormida. El desenlace fue el esperado, la bestia ardió en cólera y viendo la oportunidad arrancó el brazo del hombre de un solo tajo. Los gritos de dolor y auxilio resonaron en todo el circo despertando a todos. Para cuándo llegaron el hombre se había desangrando quedando solo su cuerpo inerte en el suelo. Cuando al fin alzaron la vista vieron a la bestia en la misma posición de antes mirando el brazo arrancado con desinterés, mientras sus garras permanecían bañadas en la sangre del cuidador. Después de ese día nadie quiso volver a acercarse a la jaula, lo que deterioro más el estado de la bestia. Hasta la llegada de zazel, nadie más se atrevió a hacerse cargó de la criatura, llamen lo un acto de compasión y Valentía, pero solo la pequeña mujer era tolerada por la bestia, su desinterés hacia ella solo hizo que su cuidado fuera más fácil. y desde ese día, zazel fue la única cuidadora a cargo de la atracción principal.

El circo de lo extrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora