capitulo 9.

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-¡Largo de aquí! Y no vuelvas.

Jin estaba que echaba humo, ese hombre lo había corrido como si nada. Ahora se encontraba a las afueras del circo sin saber que hacer con lo ocurrido. Cabizbajo se dirigió de nuevo a su hogar con una nueva sensación de opresión en su pecho, pero también con una nueva resolución en su mente. Jin no era alguien indiferente. si ese tipo creía que el se quedaría de brazos cruzados mientras una pobre criatura sufría maltrato a manos de el, estaba muy equivocado. Jin daba miedo cuando estaba enojado, y ahora sumándole su determinación como protector de animales, faddei estaba acabado.

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-Kook resoplo, estaba frustrado como nunca. Había estado a solo centímetros de su omega y de nuevo la felicidad escapó de sus manos. Se preguntaba por qué la vida no lo dejaba obtener lo quería, su libertad, su hogar en el bosque y ahora su omega. Su situación era realmente lamentable. Observando a su alrededor pudo darse cuenta que ya era de noche, justo el momento en el que vendrían por el para mostrarlo al público como fenómeno de circo. Cualquier otro día sonaría bien por que significaría comida en su estómago, ya que le arrojaban animales vivos para que los devorara como entretenimiento a las masas. Pero justo hoy parecía tan humillante. El olor de su omega ya no estaba en el aire, lo que significaba que se había marchado del circo y no podría ver su humillación publica.
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-¡Zazel! Ve por esa cosa, ya es hora del último acto para el cierre del espectáculo.

-Si Señor Isaac -dijo la mujer apresuradamente dirigiéndose a la sección de animales nuevamente.

-Grandulón ya es hora, llegó tu turno. descuida terminará pronto y podrás descansar -dijo la pequeña mujer que acababa de llegar mientras se preparaba todo para la gran entrada de la bestia de la noche.

Los trabajadores engancharon la jaula para arrastrarla al interior de la carpa principal donde kook sería mostrado al público, esta tarea era ardua por que la bestia jamás podía salir de la jaula.

-Todo está listo señorita zazel.

-Entendido, entonces demos inicio.

La gran y pesada jaula fue movida al centro del escenario mientras las luces estaban apagadas. El público permanecía expectante mientras su curiosidad crecía ante lo que había detrás de las telas que cubrían la gran jaula de metal.

De pronto las luces fueron encendidas y los espectadores se prepararon para mirar con atención al hombre que acontinuación dijo: Sean bienvenidos a la última función de la noche, dejamos lo mejor para el final. Deleitense con asombro ante lo que están apunto de ver. Sacado de sus más horribles pesadillas, una criatura de descomunal tamaño que se esconde en las sombras, capaz de devorarnos a todos. El demonio de ojos rojos, la atracción principal del circo de lo extraño te presenta, a la gran y aterradora bestia de la noche -con un movimiento de sus manos las telas cayeron al suelo revelando con horror al público a una criatura de grandes dimensiones y afilados incisivos. Los espectadores quedaron atonitos y el silencio reino por unos minutos, hasta que alguien del público se alzó con burla y arrojo su bebida a la bestia.

-¡Esa criatura es asquerosa! mírenlo es repugnante - dijo con burla el hombre mientras las demás personas del público lo seguían y se reían de la bestia enjaulada.

El corazón de kook había ardido en humillación he irá ante las palabras hirientes y las risas burlonas. Con cada cosa que era arrojada a el, su impotencia crecía por verse reducido de esa forma. Sus garras habían salido y en el momento en que un objeto impacto su ojo, su irá se desbordó. Sus manos fueron a parar a los barrotes de su prisión y el sonido del metal siendo torcido chirrió.

-¡Detenga lo! ¡la bestia intenta escapar! -de pronto alguien había gritado. Y el terror pronto se apoderó del público. La gente intentaba salir en pánico, mientras en el centro del escenario una bestia era reducida con un punzón de hierro que atravesó su costado.

Kook rugió ante el ardor de su carne abierta, mientras su sangre corría y manchaba el suelo de la jaula, sus ojos siguieron el trayecto del hierro que atravesaba su costado y al final de el se encontraba la sonrisa de satisfacción del hombre que más odiaba. y mientras sus ojos se cerraban y su cuerpo se desplomaba en el frío suelo, un último pensamiento llegó a el en forma de una hermosa sonrisa de labios de corazón y bellos ojos como el cielo nocturno.

Tal vez hubiéramos sido felices, en otra vida, en otra historia.

El circo de lo extrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora