¡General Casémonos!

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En el momento en que Nie Jun regresó a la oficina, perdió los estribos.

Había estado fuera de la oficina durante mucho tiempo y su asistente había sido suspendido por investigación.

La oficina de la secretaria estaba vacía y nadie se encargaba de limpiarla. Obviamente se había convertido en un desastre.

Nie Jun advirtió ferozmente al personal del departamento integral que si volvía a ocurrir una situación similar, ¡todos escribirían una reseña y celebrarían una reunión general donde él los llamaría!

Todos lamentaban cómo el originalmente amable y admirable Secretario Nie se había vuelto tan irritable después de permanecer en el hospital por un tiempo.

¡No solo eso, Nie Jun también despidió al conductor que lo había seguido durante muchos años por el cargo de protección inadecuada!

Debido a la suspensión de Fang Ya por la investigación, Nie Jun concluyó que el carácter de Fang Ya era anormal y solicitó un nuevo asistente.

Fang Ya perdió su posición, lo que le dio a muchas personas la esperanza de escalar.

Muchos jóvenes solicitaron ser asistentes de Nie Jun, escribieron solicitudes y aceptaron entrevistas.

La oficina de Nie Jun estuvo abarrotada durante unos días.

Nie Jun no parecía haberse recuperado. Salía de la oficina a las dos o tres de la tarde todos los días y nunca más volvía a la oficina después de eso.

Así, pasó una semana. Una chica de aspecto obediente se convirtió en la nueva asistente de Nie Jun.

En cuanto a Fang Ya, fue transferida a la oficina de archivos sin ningún aviso aparente.

Cuando Fang Ya se sentó en casa y recibió la llamada, su rostro no tenía expresión.

Después de colgar el teléfono, Shao Xiang le preguntó a Fang Ya con curiosidad: "¿Quién llamó? ¿Por qué te ves tan infeliz?"

Fang Ya negó con la cabeza y dijo: "No es nada. Es un aviso de transferencia.

"¿Transferir?" Shao Xiang estaba aún más confundido. "¿Por qué necesitas que te transfieran cuando todo está bien?"

"Solo algunos arreglos internos por parte de la organización. No es nada grande. Fang Ya no quería entrar en detalles.

Shao Xiang quería hacer más preguntas, pero de repente sonó el teléfono de Fang Ya.

Después de que Fang Ya atendió la llamada, la otra parte dijo que él era parte del personal de ventas de cierta compañía de bienes raíces. Su líder quería invitar a Fang Ya a comer.

Fang Ya se quedó atónita por un momento antes de aceptar.

Fang Ya había estado esperando esta llamada durante tres días. De repente, después de que Nie Jun la despidió, llegó esta llamada. ¿Fue realmente solo una coincidencia?

Por la noche, Fang Ya llevó a Wang Xu al hotel que mencionó la otra parte.

Este era un hotel basado en miembros. Sin nadie que los acompañara, Fang Ya y Wang Xu no pudieron entrar.

Los dos se pararon en la puerta y esperaron un rato. Fang Ya llamó al vendedor dos veces antes de que pudiera comunicarse.

Cuando el vendedor escuchó que Fang Ya había llegado, salió corriendo a darle la bienvenida.

Fang Ya y Wang Xu se miraron y siguieron a la persona al hotel.

Cuando entraron a la habitación privada reservada, Fang Ya encontró a cuatro o cinco hombres sentados adentro.

Todas estas personas eran caras desconocidas, y Fang Ya nunca las había visto antes.

Wang Xu tiró con cautela de la esquina de la ropa de Fang Ya.

Fang Ya casualmente agitó la mano de Wang Xu, ignorando su advertencia.

Después de que el personal de ventas le presentó a Fang Ya, Fang Ya conoció a algunas de las personas presentes.

Además del Secretario de la Comisión de Desarrollo y Reforma Municipal y el Director de la Oficina de Tierras, había otras dos personas...

Uno era el jefe de la empresa de desarrollo inmobiliario, el presidente Fan, y el otro era el director general adjunto de Taifeng Construction, Jiang Han.

Fang Ya miró a Jiang Han por un momento y le sonrió.

Jiang Han respondió a Fang Ya cortésmente sin mostrar ningún desdén.

Después de que se invitó a Fang Ya a tomar asiento, los demás no hablaron sino que esperaron en silencio.

Wang Xu se sentó junto a Fang Ya, sintiéndose un poco impotente. No sabía cómo lidiar con la situación frente a ella.

Aunque Fang Ya no provenía de un entorno alto, había asistido a algunas cenas y reuniones con Tang Fu. Tal situación no le era desconocida.

Cuando la comida casi había terminado, el director Fan de la compañía de bienes raíces dijo: "Escuché que le gustaría comprar nuestros bienes raíces".

Fang Ya sonrió y dijo: "Estoy un poco interesado, pero necesito saber el procedimiento".

El director Fan miró profundamente a Fang Ya y preguntó: "Señorita Fang, ¿puedo saber dónde trabaja?".

Fang Ya sonrió y dijo: "El gobierno del distrito".

"¿Ella es una servidora pública? ¡Nada mal! ¡Ella tiene un futuro brillante!" La cara del Director Fan todavía tenía una sonrisa falsa.

Fang Ya le devolvió una sonrisa e imitó su forma de dirigirse en tercera persona. "Ella es solo una trabajadora de medio tiempo".

"Entonces, ¿cómo siente que puede pagar nuestros bienes raíces?" El director Fan pareció ofenderse por su respuesta y preguntó con una mueca.

FangYa sonrió. "Se acaba de divorciar de mi ex esposo no hace mucho y tiene algunos ahorros".

"¿Divorcio? ¿Ahorros?" El director Fan se quedó atónito por un momento. De repente se dio cuenta de que Fang Ya podría haber encontrado un hombre rico y realmente podría tener algunos activos en sus manos.

La expresión del Director Fan cambió de nuevo. La sonrisa nunca abandonó su rostro. "Entonces, la señorita Fang escuchó de nuestro personal que nuestra propiedad..."

"Solo podría venderse como un edificio completo". Fang Ya terminó sus palabras.

"¿Qué piensa, señorita Fang?" El director Fan continuó preguntando.

"Entonces, ¿puedo preguntar, Director Fan, tiene derecho a vender este edificio?" Fang Ya preguntó con una sonrisa falsa.

La expresión del Director Fan instantáneamente se volvió fea...