¡General Casémonos!

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Fang Ya observó con interés la interacción entre el jefe y Lin Xiang.

El jefe se volvió para mirar a Fang Ya en el momento siguiente.

Miró a Fang Ya de arriba abajo antes de preguntar: "¿Qué quieres comer? ¡No seas como este niño!"

Fang Ya frunció los labios y sonrió: "Jefe, cancele el arroz y los pepinillos. ¡Danos dos de tus platos estrella!"

El jefe miró a Fang Ya con sorpresa y luego le preguntó a Lin Xiang: "¿Te has conectado con una mujer rica?"

Lin Xiang estaba aún más avergonzado. Agitó la mano desesperadamente y dijo: "¡No! ¡No digas tonterías!"

Fang Ya le dijo al jefe: "Este es el talento técnico que invité. ¡Debería pagar para que él coma!"

"¿Talento técnico?" El jefe escuchó eso y se volvió para mirar a Lin Xiang de pies a cabeza. Luego sacudió la cabeza y dijo: "¡No lo parece!".

Fang Ya sabía que el jefe y Lin Xiang deberían estar muy familiarizados entre sí. Pueden parecer groseros el uno con el otro, pero esto solo se debió a un cierto nivel de familiaridad.

El jefe no se quedó mucho tiempo. Después de confirmar el menú con Fang Ya, volvió a la cocina para preparar los platos.

Fang Ya miró a su alrededor y miró el restaurante no tan espacioso. Ella sonrió y dijo: "¿Vienes aquí a menudo?"

"Casi todos los días", dijo Lin Xiang con sinceridad.

"No es de extrañar que no dijiste una palabra cuando entré aquí". Fang Ya sonrió y sacudió la cabeza. "Así que estás aún más familiarizado con este lugar que yo".

Lin Xiang se rió entre dientes y dijo: "Escuché que los platos aquí son bastante buenos. Hay muchos clientes todos los días".

"¿Escuchó?" Fang Ya escuchó el significado más profundo de las palabras de Lin Xiang y preguntó con curiosidad.

Lin Xiang asintió honestamente, "Sin dinero, sin comida. De vez en cuando, el jefe me deja algunas sobras".

"Pero todos son platos combinados, por lo que nunca puedo probar nada del artículo genuino", dijo Lin Xiang con impotencia.

"Entonces, ¿qué pasa con el arroz y los pepinillos que el jefe mencionó hace un momento?" Fang Ya miró seriamente a Lin Xiang.

"Originalmente era un pago único, pero ahora es casi a crédito". Lin Xiang suspiró: "El jefe es bondadoso, por lo que no me pedirá este dinero".

"Me da vergüenza venir siempre al jefe a pedir comida. Tengo tanta hambre que vine aquí". Dijo Lin Xiang, con las manos un poco rígidas.

Fang Ya no esperaba que la situación de Lin Xiang fuera tan miserable. Ella no pudo evitar preguntar en estado de shock: "¿Entonces cómo vives? No has vendido nada en mucho tiempo, ¿verdad?"

Lin Xiang mostró una sonrisa aún más incómoda: "La mayor parte del dinero de la venta del software se usa para pagar el alquiler y actualizar el equipo. ¿Cómo puedo tener dinero para comer?"

"Entiendo que la pasión es profunda en ti, ¡pero no puedes descuidar la comida y la salud!" Fang Ya no pudo evitar suspirar cuando pensó en cómo vivía Lin Xiang en su oficina.

Lin Xiang agitó la mano y sonrió. "Aún soy joven. ¡Puedo aguantar!"

Fang Ya negó con la cabeza con desaprobación. "¿Esa oficina tuya está alquilada?"

Lin Xiang asintió. "¡Sí! La comida y el alojamiento están todos allí. Son cien yuanes al mes".

Fang Ya pensó por un momento y luego dijo: "Puedo proporcionarle un lugar y una oficina de forma gratuita, pero debe ser responsable de limpiar mi complejo y mirar la casa. ¿Está bien?"

Lin Xiang miró a Fang Ya en estado de shock y parpadeó desesperadamente para confirmarlo, "¿En serio?"

Fang Ya asintió y dijo: "Tengo una casa vieja que ahora está vacía".

"Uso ese lugar como un espacio de oficina temporal. Por lo general, nadie estará allí". Fang Ya le contó a Lin Xiang la situación general de la antigua casa.

"Puedes quedarte allí por ahora". Fang Ya continuó: "Si nos dirigimos allí, les informaremos con anticipación".

Lin Xiang miró a Fang Ya con gratitud y juntó las palmas de las manos, "¡Si eso es realmente posible, sería genial!"

"¡Puedes venir en cualquier momento! ¡No hay necesidad de avisarme con anticipación! ¡Yo me ocuparé del lugar!" Lin Xiang le dio su palabra.

Fang Ya sonrió de nuevo, "Entonces te llevaré a echar un vistazo después de la cena. Si es posible, ¡puedes mudarte hoy mismo!"

Lin Xiang asintió desesperadamente, y la mirada que le dio a Fang Ya se convirtió instantáneamente en admiración.