VIII Día: Felación

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Desde que llegó al
grupo, para Yoshi el
poder compartir tiempo
con su lindo y adorable
dongsaeng desde que
debutaron había sido
una de las cosas más
especiales que le habían
pasado y de las que
más anhelaba cada día
desde que ambos habían
formalizado una relación.
Desde el momento en el
que había tenido la dicha
de conocer a Junghwan,
supo desde su corazón
que sin duda alguna, él
era el indicado y no podía
estar más de acuerdo
con ello cuando pudo
conocerlo mejor.

Yoshinori caminaba con
pasos torpes, intentando
no caerse mientras seguía
siendo arrastrado por su
muñeca por el desolado
pasillo de la compañía.
Aún no lograba entender
que sucedía, en medio
de su práctica rutinaria
Junghwan había solicitado
un descanso porque le
dolía mucho la pierna.
Él preocupado se
acercó a él dispuesto a
ayudarlo, decidiendo
que sería mejor llevarlo
a descansar a la sala
y no sobre-esforzarlo
más en caso de haberse
lastimado. Sin embargó,
apenas cruzaron la
puerta de la sala de
prácticas, Junghwan se
había recuperado y ahora
lo arrastraba a él a quién
sabe dónde, ignorando
las preguntas que le hacía
y las pocas personas que
pasaban a su alrededor.

El descubrió que ese
adorable chico coreano
era una masita de
amor que causaba
ternura en quién lo
viera, y que con una
simple sonrisa pudiera
cautivar a Yoshinori
definitivamente era algo
que hacía que cada día
se sintiese más y más
enamorado de él por
todas las cualidades
y cosas que amaba
descubrir cada día de él.

Claramente el
sentimiento había sido
mutuo, Yoshi siempre
había estado al pendiente
de Junghwan desde que
llegó, por lo cual el
menor lo observaban
con una mirada que
para Yoshinori lo que
reflejaba era puro amor
a esos brillantes ojos.
Además de su actitud
cariñosa con él, más
que con cualquier otro
miembro, lo cual había
terminado dándole a
Yoshi el empujoncito que
necesitaba para poder
declarársele tiempo
después, sorprendiendo
al menor pero recibiendo
una afirmativa cómo
respuesta.

Cuándo llegaron a una
de las salas privadas que
había en ese piso del
edificio, Junghwan empujó
suavemente a Yoshinori
para que entrara primero.
Cuando entró él, cerró la
puerta con llave antes
de girar y mirar al más
bajó, quien ahora tenía
un adorable sonrojó en
su rostro al notar las
intenciones que tenía
Junghwan y lo tonto que
había sido cayendo en su
trampa desde el inicio.

Pero seguiría cayendo
siempre, porque
Yoshinori amaba caer
rendido ante él cuando lo
necesitaba.

Fue cuando el tiempo
pasó y su relación se
fortaleció, que Yoshi
comenzó a notar ciertos
cambios de Junghwan que
estaba seguro no estaban
ahí antes. Él tímido chico
que había llegado al
grupo y no se acercaba
a nadie por el temor de
ser algo tímido, ahora
había comenzado a tomar
una actitud dominante
cuándo se encontraban
los dos. Lo que eran
simples y dulces besos
entre ellos, terminaban
convirtiéndose en foroces
batallas por sofocar al
otro, probar todo de sí
y llegar hasta lo más
profundo de su interior...

Junghwan camino a pasos
lentos acercándose a
Yoshi, quien retrocedió
instintivamente
tropezando con la
pequeña mesita de
centro. Cuándo levanto
su mirada nuevamente,
pudo ver los oscurecidos
y brillantes ojos de Hwan
frente a él, mientras con
su lengua humedecía
lentamente sus labios,
y Yoshinori no
pudo evitar seguir el
movimiento mientras
sentía su estómago
retorcerse por la
emoción.

Dando un pasó más,
Yoshinori jadeó por
la sorpresa y antes de
reaccionar, Junghwan pasó
por su lado siguiendo
derecho. Confundido giró
observando hacia dónde
se dirigía, sintiendo sus
ojos lagrimear por el
calor que comenzaba a
sentir por su cuerpo.

30 Días De OTP YoshihwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora