IX Día: El misionero

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Continuación del capitulo
pasado

¡Que lo disfrutes!

. . .

Junghwan juntó
lentamente sus labios
con los suaves cerezos
de Yoshinori mientras
su mano derecha
comenzaba a acariciar
sutilmente la cubierta
cintura del mayor. Movió
suavemente sus labios
sobre los contrarios en
un delicado beso, y una
tortuosa pero deliciosa
fricción que quemaba
al caliente chico bajo
él. El mayor se removió
bajó suyo, en un vano
intentó por aliviar la
tensión que tenía en esos
momentos por cada parte
de su delicado y sensible
cuerpo, y buscaba tener
más contacto con él.
Sabía que Junghwan lo
hacía a propósito por
verlo desesperado y
rogando, tenía esa manía
de sentir que tenía el
control completo sobre
él, y lo peor de todo, es
que siempre lo lograba
y terminaba sacando
su lado más sumiso por
tener el placer que solo él
era capaz de brindarle en
esos momentos.

Él menor separó
levemente sus labios,
tocando con la
punta de la lengua
el regordete labio
inferior de Yoshinori
antes de succionarlo y
morderlo, ocasionando
que gimiera y abriera
más su boca para que
pudiera saborearlo con
más libertad. Junghwan
sonrió, antes de volver a
acercarse y juntando sus
labios nuevamente, forzó
su lengua estre los labios
de Yoshi comenzando a
besarlo con ferocidad,
mientras el mayor
intentaba seguir su ritmo
y por sus mejillas rastros
de saliva comenzaban
a caer a causa de que
el menor no permitía
que cerrará su boca y al
gemir cada que Junghwan
lo seguía tocando, era
imposible no evitar ese
desastre.

Los largos dedos de
Junghwan tocaron toda
la extensión de su
cintura, apretando por
doquier y quemando
cada zona con la que
hacía contactó, mientras
subía su rodilla hasta
chocar con la entrepierna
del mayor, y comenzar
a presionar haciendo
movimientos circulares.
Yoshi gimió en su boca
e intentó cerrar sus
piernas, pero al estar el
menor en medio de ellas
le fue imposible, y solo
causó que se presionará
más contra su rodilla.
Comenzó a gemir entre el
beso, sintiendo como se
ahogaba con el asfixiante
calor que liberaban sus
cuerpos juntos, y al tener
enguillada la lengua del
menor la respiración se
le dificultaba y sus ojos
habían comenzado a
aguarse, viendo solo el
borroso pero perfecto
rostro de Junghwan
pegado al suyo.

Las manos de Junghwan
subieron por debajo de
su camisa, acariciando los
laterales de su pecho con
una delicadeza increíble,
mientras separaba sus
labios de los hinchados
labios de Yoshinori,
y con su lengua lamía
los mismos retirando
el rastro de saliva
producto de su esfuerzo
por respirar y lamía los
propios para terminar
viendo con una sonrisa
el destrozado rostro del
mayor.

— ¿Cansado tan pronto,
Yoshi hyung? —preguntó,
mientras llevaba sus
manos hasta los pequeños
pezones de él tomándolos
entre sus dedos
girandolos suavemente.

Yoshinori gimió ante él
tacto, removiéndose aún
más contra la rodilla del
menor. Cerró sus ojos
ante las descargas de
placer que recorrían todo
su cuerpo causadas por
la presión y movimientos
en su pene, y el como
sus sensibles pezones
eran retorcidos entre los
delgados y fuertes dedos
de su amante. Intentó
abrir sus ojos, pero estos
se encontraban llenos de
lágrimas causadas por
el placer que el menor
le brindaba, y el abrirlos
le era imposible porque
en cada golpe que
Junghwan le daba con su
rodilla, estos se cerraban
automáticamente.

— H-Hwan... y-yo... ¡Ahg!
—un gemido más fuerte
escapó de sus labios
cuándo Junghwan separó
sus piernas con las
propias, y sintió su pene
ser apretado sobre la
tela de su pantalón por la
mano del menor.

30 Días De OTP YoshihwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora