capítulo 1

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No era justo, tener que estar rodeado de gente esperando para ver cómo moría su pareja se le hacía la injusticia más grande de la vida, ¿que clase de mal está pagando? ¿Acaso el karma le estaba cobrando algo de su anterior vida? Si ese es el caso pediría perdón mil veces y pagaría penitencia aún si fuera su muerte. No, la vida solo está siendo injusta con el, quitándole lo que más ha amado.

- Señora Kazajo, se le acusa de traición al Rey, a su pueblo y a su patria, por lo tanto se le aplicara la pena máxima

Solo le quedaba resar por el alma de su amada esposa, aunque quisiera ir y gritarles sabía que le ganarían en número, viera por donde lo viera, el destino de ella ya estaba escrito.

- ¿desea decir sus últimas palabras? - pregunta uno de los lacayos del Rey

- Amor mío, por favor termina de vivir tu vida aún si no estoy yo en ella, si es posible vuelve a enamorarte, se feliz

Eso sería lo último que escucharía de ella, un tipo robusto con un hacha en mano se acercó a ella. Paso tan lento, su cabeza siendo separada de su cuerpo y cayendo a la cesta, no me dio nisiquiera tiempo para decirle el último te amo. Maldigo, maldigo mi suerte, maldigo al Rey y al estupido verdugo.

La capucha que cubría toda la cabeza del verdugo no me permitían ver el rostro de quien sostuvo el hacha que le quitó la vida a mi amada. Solamente podía susurrar mil y un maldiciones pero no sabía a quien iban dirigidas, ahora solo queda llorar.

Veo y no veo la gente pasar, ¿ya que caso tiene? Lo único que quiero ahora es es ahogar mis penas en licor, llenarme de aquel líquido hasta que mi cuerpo aguante y poder olvidarme por unos segundos el suceso de hoy. Llegó al bar del pueblo, pido una botella de whisky al cantinero y este sin rechistar me la pasa.

Uno tras otro voy tomando, sintiendo como el amargo sabor compite con la amargura que me persigue desde esa hora. Intento no pensar en eso, pronto solo sentiría como alguien se sienta a mi lado.

- ¿mal día compañero? - pregunta aquel hombre a mi persona

Era alto y fornido, un rostro con rasgos fuertes encajaba a la perfección con el cuerpo de ese hombre.

- hoy fue la ejecución de mi esposa... - Fue lo único que pude decir pues pronto sentí como las gruesas lágrimas comenzaban a bajar de mis mejillas hasta esconderse en mi cuello.

- oh, así que ella era tu esposa, lamento escuchar eso amigo. ¿Hay algo en lo que pueda ayudarte?

Mi vista estaba borrosa pero intenté enfocarle bien, estaba siendo muy amable conmigo, casi como si me debiera algo. Llame al cantinero y pedí otro vaso para mí ahora al parecer amigo.

- acompañarme a beber buen hombre- le digo y enseguida le sirvió whisky en el vaso que me trajo el cantinero

- Soy Second Reich, ¿podría saber su nombre?

- Soy Zarista

Una vez ambos nos presentamos aquel hombre toma la copa y se la toma de una vez. Su fachada es fuerte, pero me pregunto que otra máscara tiene, ¿llorará como lo estoy haciendo? ¿O será de esos borrachos que dicen chistes malos?

- háblame de ti Second - por alguna razón nació una curiosidad por saber la vida de ese hombre, me desconozco a mi mismo definitivamente

- ¿Que te puedo decir? Soy soltero, no tengo hijos, vivo solo, y tengo el empleo que a veces hace felices a las personas y a veces no

- ¿de verdad? ¿En que trabajas?

Aquel hombre vuelve a tomar un trago y me mira con una sonrisa en su rostro. Puedo ver cómo sus ojos de tornan brillosos por las lágrimas que amenazan en salir ¿ Abre dicho algo malo ? Justo ahora no puedo reconocer el mal del bien.

- me odiarias con todo el alma de saberlo

- ¿porque lo haría?

- no serías el primero

Aquel tipo parece roto, ¿que clase de trabajo sería tan cruel para que todo el mundo te odie?

- ¿Zarista, te puedo hacer una pregunta

- adelante

- ¿que clase de corazón piensas que tienes ?

Puede que esté borracho pero la pregunta es extraña ¿Los corazones se clasifican? El mío por mi parte estaría en el área de rotos.

- me temo que no entiendo tu pregunta

- justo ahora debe de ser sensible, ¿pero late por una razón a parte de bombear sangre verdad?

- supongo que sí...

- por favor no deje que de detenga, si no tiene más motivos para latir entonces busquela, pero no lo ahogue de mala manera

Así mismo como llego así mismo se fue, quede nuevamente solo sentado y con una duda existencial gracias a mi nuevo amigo. Ahora me pregunto

¿Que clase de corazón tienes Second?

...

Ser verdugo tiene sus ventajas como sus desventajas, probablemente la ventaja más grande es el pago pues cortar cabezas paga bastante bien, lo malo es la cara de las personas al verme sostener el hacha que les quitará la vida, sea culpable o no es algo con lo que todavía no he podido lidiar, me hacen pensar que soy una persona horrible con el corazón podrido. Ese hombre, su esposa murió bajo mi juicio y lo único que puedo hacer por el es acompañarlo en su dolor, no puedo hacer más.

Si pudiera regresar el tiempo lo habría hecho hace tiempo, solo para evitar mi nacimiento y evitar cargar con la pena moral de todos los que han muerto bajo mis manos, evitar ser el hijo de un Verdugo y convertirme en tal.

Evitar que mi corazón pueda latir.

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