Le lleve flores ese día.
Una nueva semana donde iría a visitar a mi amado con un nuevo ramo de flores y un pedacito de mi corazón en ellas. Mientras caminaba al cementerio pase por frente aquella casa abandonada de la otra vez.
Estoy bastante seguro de haber estado acompañado por ti, puede que halla sido mi mente la que halla jugado la mala pasada, más sin embargo se sintió reconfortante saber que aún sigues a mi lado aunque sea en espíritu. De todas formas rechace la ímpetu de abrir los ojos y darme cuenta que seguía solo debajo de aquel techo que me resguardada de la lluvia.
Al llegar a piso santo no pude evitar ver a mi derecha, riendo ante la ironía. Después de tanta avaricia llevando en su podrido corazón, al final el rey terminó en una tumba junto a todos los lacayos que alguna vez sirvieron sus sucias atribuciones. Al su lado yacía la lapida de quien mi madre decía era mi sangre. Me tomé un momento para ver ambas tumbas indolente. Dichos seres no merecen tan siquiera el juicio divino si sus actos cometidos en tierra fueron atroces.
Escupí sobre sus tumbas, dándome la media vuelta para ir a ver a mi ángel descansando bajo tierra. Mi corazón aun le guarda rencor a esas dos personas muertas, más aunque parezca curioso muy en el fondo también le guardo algo de rencor al escocés, que robo un pedazo de mi corazón y se lo llevo.
- Hola Escocia - nuevamente, sin respuesta - ¿Ves quienes están por aquí? La justicia divina si existe, es tan satisfactoria la idea que terminaron igual de pobres a sus raíces. Me encantaría que estuvieses aquí para hecharme en cara cuanta razón tenias y te jactaras de ello, podría escuchar horas y horas tu estruendosa risa ¿Recuerdas esa vez por ese camino?
...
Los días de otoño eran pintorescos, todo adoptaba tonos cálidos deslumbrantes por donde vieras, aunque era mucho mejor verlos en los ocasos, de esa manera el paisaje y el cielo se convertian en uno. Las hojas de los árboles cayendo libres y llenando el suelo con su esplendor. Caminar por medio de la naturaleza era una rutina diaria para mi, al menos en esas épocas donde el frío del invierno estaba a un paso de la puerta.
El viento trajo una melodía hacia mi, si ponías suficiente atención a la letra podías escuchar líricas acerca de la maldad de la realeza, la opresión del pueblo y el deseo de la libertad. Mientras más caminaba más quedaba maravillado con aquella voz viril en contraste a lo dulce de un instrumento de cuerda.
En epocas de otoño los días eran pintorezcos, los días adoptaban colores cálidos deslumbrantes. Me gustaba más verlo cuando estaban los ocasos pues el cielo se volvía uno solo con la naturaleza.
- Es una coincidencia bastante singular ¿no lo cree, mi bello caballero?
Sus rojos rizos brillaban con intensidad por la luz del sol que caía sobre ellos, aquella estrella central del universo se veía opacada por el deslumbrante hombre sobre las ramas, tocando una gittern de manera desinteresada mientras sus letras viajaban a través del viento.
- Eso me temo - respondo dando un paso más donde se encontraba - ¿Le gusta a usted pasear por aquí?
- Me gusta lo expresivo del paisaje con sus tonos rojizos, pero sin duda alguna lo mejor es...
- Cuando el ocaso cae pues el cielo y la tierra se vuelven uno
Aquellos bellos ojos me voltearon a mirar de forma suave, vi en ellos una pequeña chispa brotando. Sonrió de forma leve, bajo de aquella rama acercandose a mi, tomando mi mano desvergonzado.
- Vamos a dar un paseo
...
El viento movía las hojas de los árboles con suavidad, cerré un momento los ojos al sentir la brisa acariciar mi rostro, como si quisiera brindarme un poco de consuelo.
- El color de tu cabello era más hermoso que el paisaje de otoño en ocaso, extraño tanto verlo brillar con la luz del sol. Las cosas que daría por verlo una vez más... me tengo que ir amor mio, vendré a visitarte mañana
Las ganas de tumbarme en el suelo y solo quedarme ahí eran latentes, sin embargo con la fuerza de voluntad salí del cementerio, pasando sin inmutarme por encima de esas dos tumbas, esperaba con toda el alma que se estén quemando juntas en el infierno, tal como lo deseaba mi hermano.
Los pensamientos en mi cabeza se han vuelto muy volátiles desde su partida, a veces llego a lugares que no debo sin querer, parece que hoy no fue del todo la excepción. No lo recordaba, tampoco he levantado la mirada del suelo estos días, pero otoño ya había llegado y con ello el peso de la melancolía.
Observe a mi al rededor antes de dar un paso más allá, era el mismo lugar donde lo había vuelto a ver. Caminar por ahí era revivir muchos recuerdos que aunque eran demasiado hermosos, se clavaban en mi corazón como agujas.
Muy a lo lejos veo algo resplandecer con la luz del sol, rojos rizos parecían desplazarse entre los árboles llenándome de una inquietante felicidad. Corrí lo más rápido que pude, observando como casi podía tocarlo de nuevo.
Las epocas de otoño las odio, todas las hojas empiezan a caer revelando la madera que en cierto punto llega a rozar lo triste de la vida, odiaba el frío y el suelo crujiente, pero sin duda odiaba cuando el ocaso llegaba, pues detesto que el cielo y la tierra se transformen en uno, ya no se que es cielo ni que es tierra, y eso hace que quede confundido en un camino con una gran pendiente justo como estoy ahora.
Cerré mis ojos respirando el aire puro, sintiendo las lágrimas caer una tras otra por mis mejillas. ¿Como le digo a mi corazón que ya no estas? Que por mucho que te llame no vas a volver, te has ido, has caído como aquellas hojas secas sobre el suelo y no hay nada que podamos hacer para que vuelvas.
Eras la persona con la que solía compartir esos paisajes apolineos y me has dejado, estamos separados por dos planos completamente diferentes. Pero se que si yo vivo entonces también vivirás, porque si mueres en mi mente y corazón entonces tu también moriras.
Un suave toque sobre mi mano hizo que me diera un cosquilleo, no quise abrir los ojos por miedo a que te fueras y tener que aceptar otra vez la realidad. Puede que quiera empezar a amar el otoño una vez más.
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Corazones
Fiksi PenggemarExisten todo tipo de corazones: Valientes, nobles, feroces, malvados, etc. y puede variar dependiendo de la perspectiva de las personas. si para tus allegados eres alguien bueno, para tus enemigos debes de ser la peor persona que existe. No se qué t...