Capitulo 9

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Le lleve flores ese día.

Quería darle un lindo detalle al amor de mi vida, lastimosamente no podía bajarle la luna pero puedo entregar un pedacito de mi corazón en esas hermosas flores. Quería que se lo llevara una vez más.

- Hola Escocia

No recibí respuesta alguna de mi amado. Suspire hondo y con tristeza ante la idea de no escucharlo más. Todavía no podía aceptar la nocion de que se halla ido, más sin embargo aquí estoy frente a él, sosteniendo un ramo de sus flores favoritas, con un trozo de mi corazón encima de ellas, intentando no derrumbarme en su tumba.

- ¿Como has estado? - pregunte, aunque ya se sepa la respuesta - te traje tus flores favoritas amor mío. Y bueno... también vengo a comentarte lo que ha pasado últimamente en el reino

Me senté a su lado acomodando las flores frente a la lapida, quitando las que había traído hace una semana las cuales ya estaban marchitas.

- Encontraron al Rey Argentina muerto en su habitación, y al lado de el estaba... mi hermano ¿te acuerdas de él? La oveja negra de la familia término envenenandose así mismo. Supongo que es el karma ¿no? Las cosas que le hizo a mi cuñada y mi sobrino, podrá ser sangre de mi sangre pero... prefiero hacer de cuenta que nunca tuve un hermano

El siempre fue... terrible, desde el momento que nació supe que había algo mal con ese niño. Supe entonces que lo mejor que podía hacer era alejarme de él si quería vivir una vida larga y tranquila. Mire una vez más la tumba de mi amado, acariciando la lápida como si fuese su hermoso rostro que alguna vez estuvo presente aquí conmigo.

- Se que se hizo justicia. El rey no tenía derecho alguno se arrebatarte de mí lado, me hubiese gustado que estuvieras aquí para ver como coronan a alguien más. Dicen que es una buena persona, más sin embargo esperamos ver las acciones es del... corazón ¿recuerdas cuando nos conocimos?

...

Una fuerte lluvia azotaba el pueblo, tenía que refugiarme en alguna parte pues Dios no lo quiera podría pasarme algo. Llegue a una casa un tanto alejada, carecía de paredes pero estaba techada, parecía estar abandonada así que me tomé la libertad de ocultarme ahí hasta que pasara la tormenta.

Mientras estaba sentado en la madera viendo el agua caer sentí una presencia detrás mío. No creía en cuentos de fantasmas o algo parecido, más sin embargo el que este escuchando pisadas detrás mío puede que este cambiando de opinión respecto a tan ficticios temas.

- Hola... nos agarro mal la lluvia ¿eh?

No sonaba de por aquí, su acento era muchísimo más marcado que el mío, más sin embargo causa cierto deleite escucharlo. Al mirar a mi costado puedo observar a un hombre de pelo rojizo y rizado, sonriéndome como si para él yo no fuese un desconocido.

- Si bastante... supongo que no va a parar pronto.

- El clima debe de estar enojado con nuestro gobernante ¿no crees? Hasta el cielo sabe de la tiranía la cual estamos sometidos

Había escuchado acerca de aquellas personas que están en contra del Rey, son algo difíciles de ver pues de una u otra manera terminan encontrandolos para ser llevados a manos del verdugo. No parecía un mal tipo, su corazón probablemente esté lleno de valentía y fiereza así como lo marca su cabello.

- Soy Escocia - se presenta aun sin quitar la vista de las gotas cayendo sobre el pueblo

- ... Mi nombre es Inglaterra

...

Observe como el cielo estaba nublandose; el sol iba siendo cubierto por las espesas nubes grises que iban acaparando todo el cielo, en amenaza para llover.

- Muchos detestan cuando llueve, se inundan las casas, mucho barro, no pueden salir. Pero en lo que a mi respecta es el clima perfecto ¿sabes por que? - una vez más silencio. Apreté mis labios con cierta rabia por ello, respirando hondo intentando que las lágrimas no cayeran de mis ojos - porque debajo de ese clima yo conocí el amor de mi vida... Me encantaría quedarme mi cielo pero, tu detestabas que me mojara. Vendré la siguiente semana amor. Te amo

Aun con la pesadez desbordante de mi corazón tuve que levantarme de ese sitio para emprender camino a lo que es mi hogar. Intento no mirar atrás, preferiría no hacerlo a menos que quiera que pase alguna locura de lo cual pueda arrepentirme después.

La lluvia cayó sobre el pueblo, azotando fuertemente sobre las casas. El cementerio esta algo lejos de donde vivo y las gotas empiezan a distorsionar mi vista, sin levantar la mirada llego debajo de un techo, más solo me queda maldecir al darme cuenta a donde había llegado. Aquella casa abandonada donde lo vi por primera vez, era un clima exactamente igual al de ese día. Me senté en la madera mirando las gotas caer, rogaba por escuchar los pasos detrás de mi y su figura sentándose a mi lado, que el rojo de su cabello ilumine mi mirada para poder contemplar mejor su belleza, más sin embargo me hallaba solo en ese lugar, añorando lo que un día me fue arrebatado.

Llueve a cántaros, lo cual es perfecto pues aunque esa parte sea prácticamente desolada, odiaría que alguien escuchase mis fuertes sollozos que cubre el ruido del agua. Duele mi corazón como la primera vez, como si en su partida lo hubiese tomado y con el se halla llevado la mitad de el, dejándome aquí hundiéndose en un pozo de tristeza profunda del cual no estoy muy seguro de poder salir.

Un ruido detrás de mi, suenan como pisadas. Calmo mis sollozos para escuchar más atentamente para confirmar que mi propia mente no está jugando en mi contra. Volvió a sonar una pisada y siento mi corazón hundirse en mi pecho. Cierro los ojos sin moverme de mi sitio, puedo escuchar como se sitúa a mi lado, se que esta viendo como caen las gotas sobre el pueblo. Mi respiración se va volviendo calmada al sentir una muy leve caricia sobre mi cabello.

Llore nuevamente.

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