El sudor bajaba por mi frente, mis extremidades temblaban incansablemente por estrés, la respiración irregular tan solo ayudaba a empeorar lo anterior mencionado. Algo me ha estado robando el sueño, y se que no es el peso de la conciencia, nada de eso es relevante, pero parece que algo dentro de mí se niega a aceptar las cosas que he hecho.
- Fuera... ¡Fuera! ¡Quítate de mi vista! - grito con fuerza desde la esquina de aquella habitación
Los fantasmas tan solo tienden a ser recuerdos de un pasado plasmados en una imagen, o eso es lo que he creído todos estos años, todo ha de estar en la mente, entonces ¿que intento decirme a mi mismo?
- Que patético te ves
Aprieto los puños con fuerza, es igual de molesto a como era en vida, me levante con rapidez, tomando lo primero que mi mano toco, lanzandolo hacia esa representación de aquella asquerosa "piedra" en mi camino. Parecía traslúcida su sola presencia, pero pude distinguir una mueca de burla surgida por mi actuar.
- sigues siendo un loco - vuelve a hablar
- ¡Ya cállate!
Toda cosa que tocaba era lanzada a esa dirección, ya no importaba si seguía ahí o no, detestaba la sola situación, estaba cansado, no he podido tomar tan siquiera un momento en semanas, siento el peso en todo mi cuerpo, como si estuviera cargando una roca que cada día se vuelve más grande. La situación se ha salido de las manos, tanto así que mis turnos de vigilancia se han visto afectados por esa estúpida alucinación.
- ¡UK!
Mi rostro se formo una mueca de miedo, me hablaba una voz diferente, que aunque fuera imaginación o la simple realidad, de una u otra forma siempre será mi prioridad.
Frente a la puerta está el mismísimo Rey de esas tierras mirándome con cansancio, ha estado notablemente más desgastado que la última vez, las malas lenguas dicen que sus ataques liderados por el odio y la envidia están rindiendo cuentas, llevándose como pago su salud.
- M-mi Rey, me honra con su presencia
- ¿que ha pasado aquí? ¿Estas teniendo tus delirios otra vez?
Quisiera solo responder que todo estaba bien, que mis dientes no rechinaban por la imagen de esa fastidiosa persona a su lado el cual me mira con burla. Respire hondo pasando mis manos con inquietud sobre mi rostro, sonreí pero quizá no se vea creíble, no si mis ojos desprenden la locura que he adquirido a lo largo de estas semanas.
- ... Tomate un tiempo, ordena tu cabeza y podrás volver a...
- ¡No! No necesito un descanso, estoy perfectamente. S-se que he bajado rendimiento pero ¡estoy perfectamente! No tengo porque ir a ningun otro lado necesito estar aquí, ¡NECESITO ESTAR A SU LADO!
Su rostro no reflejaba ninguna emoción a pesar de haberle gritado, estaba tan tranquilo frente a mi, con la misma emoción dio media vuelta, diciendo las palabras que no quería escuchar.
- No te lo estoy preguntando, no te quiero ver aqui.
Fui obstinado, seguí insistiendo a pesar de que el Rey ya había dictaminado algo para mi. Solo pude gritar con ira cuando los demás guardias vinieron por mi a sacarme de aquel palacio. Grite más sátiras a pesar de saber que habían razones para sacarme de ahí, la seguridad del Rey no podía comprometerse por algo como que alguien empezó a tener alucinaciones, pero me niego a aceptarlo correctamente.
Los demás días después de eso no fueron más fáciles, todo había empeorado, no podía tan siquiera dar dos pasos sin caer al suelo. Anhelaba calmar mi ansiedad con la presencia de Argentina, poder acercarme y mirarle más de cerca, pero para el soy tan solo una persona anodina, mi corazón parece tan irrelevante a su parecer, pero no importa, solo necesito una oportunidad, una sola, una sola.
- No consideraste el peso de las palabras de alguien que estaba a punto de morir ¿verdad?
Sostengo mis hebras de cabello con fuerza al escucharle nuevamente, jalo con fuerza en un mísero intento de sacarme esa estúpida voz de mi cabeza. Grito de desespero, golpeando el piso con mi cráneo con el pensamiento de <sí pierdo la conciencia podré descansar>
- ¿vas a matarte? Que rápido ¿para eso me mataste?
- ¡CALLATE! ¡cierra tu maldita boca por un maldito momento!
La sangre corría por mi frente, las voces comenzaron a retumbar fuertemente pero no sabía con exactitud en dónde, solo cubría mis odios con desespero.
- ¡Vete! ¡Déjame en paz! Voy a Escupir sobre tu tumba, desenterrare tu cadáver y lo apuñalare mil veces ¡me comeré tu putrido corazón!
Esta clase de locura es irritante, ya no veo desde la cima de la montaña a todos esos malditos insectos que estropean mi vida, ahora siento como si todas las almas del purgatorio me señalarán con sus espectrales índices, es tan agobiante la sensación que le produce a mi cuerpo, se siente tan frágil, tan delicado, tan patético.
- ¿No lo has notado? Hagas lo que hagas su corazón no latira por ti
- Yo se que si...
- hombre de poco sentido. Hasta la última gota de sangre de tu cuerpo estará dedicado a él pero no lo va a aceptar.
- Yo se que si...
- ¿que te hace pensar que cambiará? No aceptara tan siquiera que te acerques a tocar su mano
- Yo se que si...
- el mundo con él te lo estas pintando tu mismo, pero las pinceladas que estas dando tienen mucha pintura, a veces carece, pero el paisaje se ve distorsionado.
- No es verdad...
- ¿vas a seguir ignorando mi palabra?
- solo vete...
- No puedo. No me estas dejando
¿No lo dejo yo? Me duele la garganta de gritar que se vaya, que aleje su aliento de mi ser, que deje de intentar ser la voz que me susurra todas las noches cada cosa que he hecho por mi Rey. No hay arrepentimiento alguno en mis acciones cometidas, pero quizá debí tener más cuidado con las palabras dichas por una persona a punto de morir.
<Maldigo tu amor> no puedes condenar dos veces algo, no si se trata de el y de mi. Es veneno, tan doloroso pasando por cada vena de mi cuerpo, que aunque sepa del daño que pueda causar estaría dispuesto a una segunda mordida.
- ¿Que te hace pensar que lo necesitas?
- Yo... hice muchas cosas en nombre de él. Pelee en su nombre, he dicho blasfemias en su nombre, toda cosa que ha sido hecha o dicha por mi ha sido solo por él... he podrido mi corazón... en su nombre
- ¿En su nombre te condenaras toda una vida?
- si
- ¿En su nombre seguirás haciendo atrocidades?
- si
- ¿Y si mueres en su nombre?
¿Morir por él? Suena como una frase barata sacada de un poema que ha escrito un charlatán cualquiera. Si ha de ser así no quiero hacerlo de manera poética, ni metafórica, si ese es el destino que me depara entonces lo acepto, acepto pudrirme en una caja de madera, que mi cuerpo entero seque su sangre, mis órganos dejen de funcionar, mi cerebro deje de pensar, mis ojos dejen de ver, mi boca deje de hablar, mis oídos de escuchar, y por sobre todo que mi corazón deje de latir por aquel hermoso ser.
No me da miedo la muerte, ni lo que halla después de ella, aunque fuera tan solo la oscuridad eterna con el frío infernal de la soledad acompañándolo, carece de importancia, o aunque fuera el infierno esperando con los brazos llenos de espinas mi llegada. ¿El cielo? No me interesa llegar allá, ni me importa creer en él, el único paraíso es estar rodeándolo con mis brazos, sentir y escuchar con fervor como su corazón ha de latir junto al mío.
Acepto todo... con una única condición...
- si he de morir en su nombre... quiero que el también lo haga conmigo
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Corazones
ФанфикExisten todo tipo de corazones: Valientes, nobles, feroces, malvados, etc. y puede variar dependiendo de la perspectiva de las personas. si para tus allegados eres alguien bueno, para tus enemigos debes de ser la peor persona que existe. No se qué t...