Telepathy (Namjoon & JK Historia Hetero)

Capítulo 12

Flashbacks

Alanna

En mi cumpleaños número siete y todos mis amigos están aquí. Todos menos Brianna. Desde que Namjoon me defendió de Peyton, nadie más se volvió a meter conmigo. Después de unos años, cuando entramos a la escuela primaria, conocí nuevos amigo que no sabían de mi hermana, así que todos me hablaban en esta escuela, aun así, cambiaría a todos por ella y bueno, tal vez a Nam no lo cambiaria, él es mi mejor amigo.

Terminamos de partir el pastel y todos salimos a jugar al jardín, me sentía un poco triste como en todos mis cumpleaños, a veces hasta se me quitaban las ganas de seguir festejando. Namjoon lo sabía y empezaba a asustar a los niños con historias de terror para que se quisieran ir.

-Aquí en el jardín se aparece una señor que se murió cuando yo estaba pequeño
-No te creo- dijo Maya
-Es verdad, dicen que viene por todos los niños
-Estas inventando cosas Namjoon- dijo Joy asustada
-Bueno, cuando vean a un señor con barba blanca, corran a sus casa.

Nam no había terminado de hablar cuando el señor Oscar, quien recogía la basura todos los sábados en la tarde, llegó a nuestro jardín delantero. El señor oscuro tiene una barba larga y de color blanco con gris, siempre tiene su ropa sucia y le faltan algunos dientes, pero es nuestro amigo.

-Hola niños- dijo cuando se detuvo fuera de la reja
-Todos los niños gritaron y entraron corriendo a casa para que sus papás los sacaran de ahí. Namjoon y yo corrimos a mi habitación y nos escondimos debajo de la cama. Un rato después mi mamá subió a mi cuarto para buscarnos.
-¿Qué hicieron chicos?- se agacho y se asomo debajo de la cama
-Nada- dijimos juntos
-¿Y por qué de repente todos quisieron irse?-
-Son unos cobardes- dijo Namjoon
-Si, sólo les contamos una pequeña historia- dije defendiéndonos
-Nosotros  o tenemos la culpa que se asustaran con el Señor Oscar.
-¿Y entonces que hacen aquí escondido?
-Estamos jugando- dije sonriendo
-Bueno, salgan de ahí- dijo ella poniéndose de pie mientras salíamos de debajo de la cama -Necesito que me ayuden a limpiar, iré a trabajar.- asentimos -Namjoon, tus padres ya se fueron a casa- dijo mamá bajando las escaleras -si quieres irte, cariño. Nosotras nos encargamos de limpiar.
-No, yo les ayudo- dijo tomando el trapo de la cocina -Alanna, vemos una película cuando terminemos de limpiar.
-¿Puedo mamá?
-Esta bien, pero yo me tengo que ir. Se quedarán con la abuela
-¡Si!- gritamos al mismo tiempo
-Les hare palomitas- dijo mi abue cuando entro a la cocina

◇◇◇

Namjoon continuó viniendo a mi casa, almorzando conmigo en la escuela, ayudándome con mis tareas y consolándome en mis días malos.

Hoy estoy aquí intentando calmarlo. Su mamá acaba de ir al hospital porque su hermanito está por nacer.

-Oye, pareces un bebé- dije sentándome a su lado. Nam puso su mano en mi hombro y me aventó. Estoy segura que no puso demasiada fuerza pero aun así, me cuide lado y ambos empezamos a reírnos.
Nam tiene catorce años y es mucho más alto que la mayoría de los niños de la escuela. Su cuerpo no corresponde a un chico de su edad, lo que provoca que la mayoría de las niñas estén detrás de él. Namjoon no lo acepta, dice que soy una exagerada pero ambos sabemos que es verdad. Este último año de clases me he intentado alejar un poco de él, me incomoda estar cerca y que las niñas me vean feo pensando que tengo algo con él. Dios, no. Solo de pensarlo me parece asqueroso.

-Hola bruja- dijo aún riendo de mi -¿Terminaste el trabajo?
-Si. Aunque aun hay que arreglar algunas cosas de la presentación
-¿Necesitas ayuda?- negué y tome el bowl con uvas que estaba a su lado.
-No, Maya y Joy se encargarán
-¿Y tu? También es tu trabajo- rodé los ojos. Si bien Namjoon era un idiota, también era muy inteligente, hablando académicamente. Él siempre me regañaba cuando sacaba malas notas, o me ayudaba a estudiar cuando se me complicaba algo.
-Lo sé. Hice mi parte más temprano y ella terminaran.- metí una uva a su boca y luego otra -En la tarde me hablo mi abuela- otra dos uvas -y sabía que estarías aquí- dos más-muriendo de nervios.- Nam parecía una ardilla y me observaba con los ojos entrecerrados, de repente frunció sus labios y me lanzó las uvas con su boca. El idiota logró que una me diera en el rostro y después se tiro en el sofá a reírse de mi.
-Eres un idiota
-Lo sé, Lannita- se sentó bien -Gracias por venir
-¿Has sabido algo?- negó, y como por arte de magia, el teléfono fijo sonó.

El bebé Timothy había nacido, su mamá estaba muy bien y Nam se relajo. Cuando la abuela llegó, Namjoon se fue con nosotros, mi abue le tendió su cama en el sofá.

-Deberías dejarlo que duerma en la otra habitación- dije restando importancia
-¿Qué habitación?
-La de Brianna
-Alanna- Namjoon me advirtió con su voz
-Sabes que nadie entra a esa habitación- dijo mi abuela tranquila pero yo sabía que su tono llevaba una advertencia
-Que desperdicio- dije y me gire creyendo que la conversación terminaría ahí
-¿Desperdicio?- dijo ella molesta -Esa habitación es de tu hermana
-Ella no está, no creo que le moleste
-Alanna- me advirtió Namjoon
-¿Te hubiera gustado volver y ver que nos deshicimos de tus cosas?- grito ella
-Me habría gustado más que me buscarán de verdad y no solo mantener mis cosas en una habitación- grité con coraje y con lágrimas en mis ojos

Sentí las manos de Nam envolver mi cintura y cargarme hacia el patio trasero, antes de salir de casa vi a mi abuela recargarse en la barra de la cocina, sus hombros se sacudían y supe que estaba llorando.

-¿Qué te sucede?- dijo Namjoon dejándome en el césped
-Estoy harta de que finjas que volverá por si sola
-Hacen lo que pueden Alanna
-No es así. Ella ya habría regresado- un nudo en la garganta me impedía hablar, necesite de unos segundos para tomar aire y aún así mi voz salió apagada -Sigo teniendo este sueño en el que ella tiene miedo. A veces no es un sueño, a veces siento angustia o nervios y se que no soy yo la que esta pasando por algo.- suspiro y se sentó a mi lado
-Ellas no pueden saber lo que tu sientes Lanna. Así como tu no sabes por todo lo que ellas han pasado.- recargue mi cabeza en su hombro y llore un rato -Yo también la extraño
-Lo sé.- intente calmarme después de unos minutos -lo siento, es solo que a veces es demasiado
-No tienes que disculparte conmigo- dijo y me empujó haciéndome caer -Y no necesitas usarme como pretexto, no es la primera vez que duermo en tu sofá Alanna.
-A veces eres tan odioso- dije y me puse de pie.- vamos, seguro que ya se metió a su habitación, iré a hablar con ella.- asintió y se levantó también.

◇◇◇

Entré corriendo a casa de Namjoon y cuando volteo hacia mi brinque para abrazarlo.

-Me quede, me quede.- grite mientras me colgaba de él, Nam no me esperaba por lo que mi peso hizo que ambos cayéramos al suelo. Empecé a reír sin para mientras él solo me observaba con una sonrisa

-Me quede en la universidad
-Sabia que podías, eres la única que duda de ti.- coloco su mano en mi cabeza y agitó mi cabello. Felicidades Lannita.
-No me llames así idiota-  en este punto Namjoon y yo ya no éramos tan cercanos como antes. Aun nos hablábamos y sabia que contaba con él en cualquier momento, pero algo no era igual.

Nam era muy sociable y amaba hacer deporte y ejercicio, no le gustaba la atención, pero no podía evitar que todo lo vieran cuando entraba a algún lugar, todo eso me sobre pasaba, además de no querer estar siempre en rumores sobre tener una relación con él. No fue planeado, no hablamos y nos dijimos “Oye ya no me juntaremos contigo”, simplemente se dio.

El teléfono fijo de su casa sonó y nos levantamos del suelo. Le hice una seña sobre que entraría a ver a Timmy y él asintió mientras respondía la llamada.

-Hola Timmy- lo encontré acostado en su cama mientras buscaba música en su tableta.- ¿Dormirás?
-Si. Esta noche no dormí bien y luego Namjoon me despertó con el olor de sus Hotcakes, tu sabes lo deliciosos que son Alanna
-Si, lo sé
-Pues creo que estos superaron todos los anteriores- dijo con mucha seguridad. Tomé una cobija y lo arrope
-Me imagino Tim. ¿Me guardaste alguno?- se puso rojo y se giro
-Lo convenceré para que te haga unos esta noche- me reí
-Esta bien, descansa. Nos vemos en un rato
Cerré la puerta de su habitación y camine a la cocina a nuevamente, cuando entré mi cerebro tuvo uno de esos cortos circuitos. Sabe que algo no está bien pero no logras descubrir o entender nada hasta algunos segundos dos después. Vi a Namjoon sentado en el suelo con su espalda contra el refrigerador. Sus manos estaban en su cabeza y cuando levantó la vista, él estaba llorando a mares. Nunca lo había visto de esa manera desde que Brianna se fue.

-Nam, ¿Qué sucede?
-Ellos no volverán- dijo y lo entendí todo pero me negaba a creerlo, no hasta que no lo dijera en voz alta. Me agache a su lado y lo abrace -Tuvieron un accidente en el auto de regreso a casa.
-Tranquilo Nam. Vayamos a ver a mi abuela- dije e intente torpemente ayudarlo a ponerse de pie -Nam, por favor.- no savia que hacer, me levante y tome mi celular para marcarle a mi abuela.

Fue la noche más larga y la semana más complicada, Timmy creí que sus padres regresarían en cualquier momento a pesar de que le decíamos lo contrario. No quiso dormir en nuestra casa, para que sus padres no se asustaran cuando volvieran y él no estuviera ahí.

Después de los primeros tres días, Nam salió a buscar trabajo y decidió que no tenía opción, se haría cargo de su hermano y dejaría la escuela. Parecía molesto todo el tiempo y estoy segura que se peleaba con Tim a cada rato.

-Namjoon- mi abuela lo hizo entrar a casa cuando llegó del trabajo
-Hola abuela, ¿Qué paso?
-¿Cómo estás?
-Bien, recién conseguí trabajo
-Muy bien- le sonrió mientras le servía de comer -Eso es muy bueno. Siéntate- Nam quería negarse pero termino tomando asiento -Supe que entraste a la Universidad
-Si, pero no iré ahora. Tal vez el año siguiente
-Eres un tonto. ¿Cuál es el motivo de tu decisión?
-Tengo que cuidar a Timothy, trabajar y demás
-Ves como si eres un tonto. Para que se supone que estoy yo, para cuidarlos y apoyarlos.- dijo ella recreándose en la mesa delante de él
-No te digo que no trabajes, eso te hará bien, pero sobre mi cadáver dejas esa escuela, ¿Me escuchaste niño?- Nam se agacho y asintió
-Si abuela- dijo y continuó comiendo mientras se aguantaba las lágrimas.

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