Solo queria una familia normal... (🥀✨Derika Au✨🥀)

Capítulo 11.

Jonix miraba la pequeña cuna que estaba en su habitación, a un lado de su cama.

Miraba fijamente a la pequeña criatura que estaba ahí, durmiendo tranquilamente y moviendo su pequeña colita de un lado a otro.

Ahí estaba. Su hermanastra.

Jonix no la miraba con odio, si no con curiosidad. Físicamente le recordaba demasiado a Erika.

Agatha. Ese es su nombre. Sus padres estaban más que contentos con la llegada de su hija, casi incluso olvidando a Jonix.

Jonix, por esta situación, se sintió tranquilo. Mientras miraba como consentian a su pequeña hermana él sólo pasaba desapercibido ante su padre, quien no le ha puesto un dedo encima desde que nació la pequeña.

Tenía sólo 2 meses. Durante 2 meses Jonix sintió paz. Exceptuando los lloros de su hermana, realmente sentía que por fin pudo escapar de la rutina de sólo existir en esa asquerosa casa, llena de tragedias y que sólo le provocaba más dolor.

Se quedó quieto en la orilla de su cama, moviendo lentamente las orejas para escuchar las respiraciones tranquilas de Agatha, quien parecía que hablaba, o balbuceaba, entre sueños.

La razón por la que no se levantaba era por que no podía. Después de todo, algunos animales necesitan de sus colas para así poder caminar de manera correcta.

Si. Le habían cortado la cola a Jonix.

Esa fue la última vez que Jonix intento escapar, fueron semanas después de que le inyectaran ese horrible suero que lo inmovilizaba durante horas. Jonix llegó a salir, miro el exterior, tocó el suelo mojado con sus propios pies, sintió la luz del sol bajo su piel. Había logrado escapar.

Jonix sigue preguntándose lo que hubiese pasado si no se hubiese distraído con esos exploradores que se encontró.

[Flashback]

Jonix corría. Corría y corría sin un objetivo en claro, pero sólo se alejaba cada vez más de ese infierno en el que vivía.

Aprovecho para quitarse a su padre de encima, antes de que le inyectase ese suero, y logró salir por la puerta trasera de la casa.

Comenzaba a sentirse cansado, su respiración estaba demasiado agitada y su corazón latía muy rápido.

Lo había logrado. Al fin estaba lejos de su padre.

Jonix se apoyó con un árbol para respirar más tranquilo, procurando que su padre no lo haya seguido. Se sentó en sus raíces y se llevó una mano a su rostro, aún sin creer que lo había conseguido.

Jonix se levantó rápidamente después de que su respiración se normalizara. No había tiempo para descansar.

Avanzo rápidamente, siguiendo sus instintos y creyendo avanzar, alejándose de sus padres. De un momento a otro escucho voces.

Jonix se dirigió de donde venía esas voces, procurando que no sea una trampa.

— ¡Te lo dije, estamos perdidos! — oyó una voz femenina, quien parecía estar sumamente cabreada.

— ¡Qué va! Que no lo estamos, corazón — dijo su acompañante intentando tranquilizarla — Además, ¿Esto no hace la aventura más emocionante? — dijo el chico abrazando a la chica por detrás.

Jonix pensaba que eran una pareja de recién casados que habían salido a explorar el bosque para pasar su noche de bodas.

— Eres un completo idiota, ¿lo sabias?