— ¡Demon! ¡DEMON! — Erika gritaba desesperada, teniendo el pequeño cuerpo que apenas y lograba respirar en sus manos, preocupada por sí sucediese lo peor.
Jonix tenía varios días sin comer, pues él ya queria acabar con su vida, ya quería abandonar esa miserable suerte que le había tocado, y pensaba que si simplemente desaparecía ya no sería esa carga que su padre tanto odiaba.
Después de un tiempo comenzó a sentirse mareado, y por mucho que quisiese comer lanzó el plato lejos y terminó desmayado. Erika había ido a revisar su estado, y no lograba escuchar a su corazón, así que fue deprisa a ver que tenía y diviso que por las comisuras de sus labios había algo de sangre. Puso su oreja en el pecho de Jonix, escuchando que su corazón latía demasiado despacio. Estaba muriendo lentamente.
— ¡DEMON, MIERDA, ES JONIX! — Erika, con sus poderes, le quitó los grilletes a Jonix y lo cargo, buscando a su pareja que estaba dormido.
Cuando Erika dio un portazo demasiado fuerte y estruendoso Demon despertó, alterado, mirandola por un rato y desviando su mirada al pequeño cuerpo que tenía en sus brazos.
Demon salto de la cama y fue casi corriendo a donde estaba Erika, tomando a Jonix en sus brazos y palpando su rostro, preocupado al ver que este no emitía un sonido o algún movimiento que no fuera el de los zarandeos que le daban.
— ¿Jonix? ¡Jonix! — Demon gritaba, suplicaba por que Jonix no haya intentado acabar con su vida, y cuando sintió que su corazón no daba para más logró sentir que, por primera vez en toda sus borrosa existencia, podría llorar justo ahora.
A Demon no le cruzaba por la mente que el estado que tenía el menor era por su culpa, su piel pálida era por que no había podido divisar el sol ni poder comer bien. Las marcas en sus muñecas y tobillos por los grilletes que le habían puesto. Le arrebataron el ojo meramente por ser un recordatorio de su madre. Le quitaron la lengua para que no pudiese decir otra cosa mas, sin darse cuenta que eso provocaba que Jonix se ahogara con su propia sangre.
Varias cosas hacían que Jonix tuviese una razón lógica por la cual simplemente ya estaba cansado de todo, y que haya deseado acabar con su vida lo más rápido posible.
Con Jonix en sus brazos, lo llevo al baño y paso un trapo mojado por su cara, intentado despertarlo. Pero era inútil.
Como último recurso, Demon saco su verdadera forma y puso una mano en el pecho de Jonix, intentado despertarlo con su magia. ÉL no estaba seguro de si tenía poderes curativos, ya los .exes son criaturas que lo único que hacen es destruir todo, pero Demon al ser una criatura poderosa debería tener algo para poder revivir a Jonix, en todo caso de que este realmente este en las ultimas.
Una luz roja salía de la palma de su mano, cayendo todo en el pecho del menor y notando que Jonix lentamente recuperaba su color normal. Al quitar la mano y acomodarlo mejor en sus brazos, se sentó en la orilla de la cama y acaricio su rostro, esperando que despertará.
Pasaron algunos minutos, y Jonix sólo presentaba una respiración algo más normal, puesto que antes de que estuviera con su padre no parecía que siquiera respiraba.
Sorprendiendo a todos, Jonix soltó un jadeo, indicándo que le faltaba el aire, y se aferró fuertemente a los brazos de su padre, que poco le importó que encajara sus garras al ver que su hijo había despertado.
Demon abrazo a su hijo, y este aún estaba en shock. ¿No había muerto? Sentía que estaba incluso en los brazos de su madre, que estaba en paz. ¿Por qué no murió? ¿Por qué no estába muerto? ¿Por qué seguía vivo?.
Jonix dejo de cuestionar todo eso al contemplar que estaba en los brazos de un demonio de tez oscura, que lo rodeaba en sus alas rojas cual sangre. Jonix contrajo sus pupilas y intento alejarse de ese ser, teniendo que ese sea el ángel que lo va a llevar hasta el mismo infierno y nisiquiera muerto podría llegar a tener esa paz que tanto anhelaba.
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Solo queria una familia normal... (🥀✨Derika Au✨🥀)
FanfictionJonix no comprendia nada, el simplemente queria volver a estar con su madre, pero se la habian arrebatado de una forma tan cruel que solo recordarlo sentia un nudo en el estomago. Ahora, obilgado, debia aceptar a su "nueva madre" como parte de su...