Capítulo 10.

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+ ¡Mamá! Gritó Jonix mientras corría a los brazos de su madre, quien había estado esperando por su llegada durante bastante tiempo.

Acenix no tardo en llenar la cara de su hijo en besos maternales y acogedores, dándole el amor que no podía por temor a que su esposo le golpeara. Ambos felinos se abrazaron fuertemente, incrédulos por al fin estar juntos pero feliz de volver a encontrarse, lejos de las garras de ese cruel demonio con el que vivían.

— Ay mi niño... no sabes cuanto te extrañe, mi amor — sin dejar de abrazarlo, ambos se sentaron en el paraíso donde estaban, Jonix sentado en las piernas de su madre mientras que ella le acariciaba el cabello.

La muerte dejó de parecerle como algo malo a Jonix, y simplemente le resultó como una manera de poder estar junto a su madre.

El problema era que le quedaban 5 vidas.

+ N-no quiero irme, mamá... — se aferró fuertemente a su camiseta, esperando no despertar y sólo estar con su madre.

Acenix lo sabía, en unos minutos Jonix volvería a despertar y está, probablemente, sería la última vez que podrá encontrarse de nuevo con su hijo, ya que, conociendo a su esposo, no se arriesgara a que Jonix se vaya de su lado.

— Lo se, corazon, y-yo tampoco quiero que te vayas... — abrazo fuertemente a Jonix, y ambos no pudieron evitar llorar. ¿Por qué debían pasar por todo eso?

— Acenix — una voz que estaba a espaldas de el mencionado asusto a los felinos. Dave, el Salvador de Acenix y quien dio su vida por él, había llegado para avisar que Jonix no tenía mucho tiempo.

Jonix sabía de Dave, y al escuchar su historia no pudo evitar sentir pena hacia el y odio hacia su padre.

+ P-papá no dejará que muera de nuevo, no quiero irme.... ¡Por favor! — Jonix comenzó a sentirse mareado y con menos fuerzas. Estaba despertando.

— Jonix... — Acenix rompió en llanto y abrazo a su hijo, notando que lentamente perdía las fuerzas y desaparecía entre sus brazos, provocando que cuando este se fuera se abrazara a si mismo.

Dave no tardo en abrazar a Acenix, intentando tranquilizarlo pero era inútil. Mientras Jonix fuese un pequeño gatito estaría bajo esa maldición de la 9 vidas, que muchas veces ayudaba, pero que está vez no era tan agradable.

•••

Jonix comenzó a sentirse incómodo, no podía moverse libremente y empezó a experimentar el dolor, cosa que, estando en los brazos de su madre, no pasaba.

Abrió el ojo lentamente, siendo cegado por la luz de su habitación. ¿Su habitación? Ya había vuelto a la vida de nuevo. Jonix bufo molesto. Miro la jeringa que goteaba un poco del ácido que se había inyectado, olvidando que el tenía varias vidas restantes.

Solo queria una familia normal... (🥀✨Derika Au✨🥀)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora