Capítulo 8

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Carlos abrió su ojos al sentir algo tibio en sus manos pudo ver que estaba de pie en un lugar oscuro se aterrorizo al ver que sus manos están cubiertas de sangre, el chico no entendía que estaba pasando pero su miedo aumenta cuando vio que la sangre en sus manos comenzó a extenderse a sus brazos como si fuera una raíz creciendo que no se detenía, el chico grito de miedo mientas intentaba desesperadamente de quitarse de encima la sangre pero era inútil la sangre lo se detenía en extenderse por todo el cuerpo del chico, este en su desesperación se tropezó cayendo al suelo.

-Ayuda!!! Ayuda!!!.

Gritaba el chico desesperadamente intentado llamar a alguien que lo ayudara pero era inútil nadie venía en su ayuda, la sangre en su cuerpo no sólo se detuvo con extenderse por todo su cuerpo comenzó a entrar por su boca y nariz sin que el chico pudiera hacer nada, podía sentir como el líquido rojo comenzaba a romper sus ojos para entrar.

-Ahhh!!!!.

Grito el chico mientras se retorcía de dolor en el suelo...












Carlos despertó de golpe asustado y lleno de sudor, instintivamente se tocó varias partes de su cuerpo asegurándose que sólo fue un pesadilla, soltó un pequeño suspiro de alivio y se sentó en el sillón donde se había quedado dormido no entendía por que había soñado algo así.

-Buenos días mi señor.

Dijo Tekati mientras entraba a los aposentos del dios, el chico dio un salto de miedo ya que no esperaba a nadie y el aprendiz del sacerdote entró de repente.

-Ah! Que... (cambiaba su voz normal a su voz imponente) Qué haces aquí?.

Preguntó Carlos mientras intentaba ocultar que no se había asustado, el joven aprendiz de Tzekel-Kan se arrodilla en una sola pierna e inclino la cabeza.

-Disculpe mi intromisión mi señor pero todo esta listo para la ceremonia y mi maestro me a enviado por usted.

Dijo el aprendiz.

-(Así que eres el aprendis de
Tzekel-Kan) Muy bien bajare en unos minutos.

Dijo Carlos, el aprendiz salió de templo y Carlos empezó a vestirse sabía lo que iba a pasar no quería ir pero al recordar que podía salvará a una persona inocente se vistió con un tapa rabos (dejándo su bóxer debajo), una larga capa de color azul, un penacho con plumas doradas como el oro y tiras de tela de algodón para ocultar sus cortadas en los brazos.

Carlos vio a Altivo y Bibo (así se llama el armadillo) dormír sobre una pequeña pila de mantas de algodón uno al lado del otro, el chico se acercó a ellos.

-Chicos arriba debemos dar una buena impresión.

Habló Carlos con un tono de voz calmada y amable, el caballo y armadillo contestaron cambiando de posición.

-Ah... Muy bien tal vez consiga a un nuevo amigo al quien darle todas mis dulces y jugosas manzanas.

Dijo el chico intentando provocar al caballo mientras que caminaba a la salida, Altivo al escuchar al chico rápidamente se puso de pie y corrió hacia el chico poniéndose enfrente del el para después relinchar.

-Vamos sabes que solo estaba bromeando no compartía mis manzanas con nadie más.

Dijo mientras abraza al caballo alrededor de su cuello con uno de sus brazos, el caballo relincho molesto mientras miraba a otro lado.

-Vamos quien es mi compañero de aventuras.

Preguntó el chico, altivo relincho mientras lo miraba.

YO en el Camino Hacia El Dorado  V. 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora