Capítulo 10

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Una pequeña niña de ocho años vestida con un vestido blanco se encontraba llorando en medio de un gran tumulto de personas ya que estaba en el gigantesco mercado de la ciudad.

-Chell! Oh por los dioses te encuentras bien!.

Grito una mujer preocupada pero feliz de encontrar a su pequeña hija Chell la cual se había perdido por seguir un armadillo.

-Mami!.

Grito la niña feliz de ver a su madre otra vez la mujer correspondió el abrazo de su pequeña y comenzó a acariciar la cabeza de su hija para consolarla.

-Tranquila hija ya todo esta bien.

Dijo la hermosa mujer con un tono angelical, después de su pequeña dejara de llorar la mujer llevó a su hija devuelta a casa ya que era hora de la cena.

-Mami puedo salir a jugar?!.

Preguntó la pequeña chell mientas entraba a su pequeña casa la cual se encontraba en las orillas de la ciudad, su casa era pequeña pero en buen estado y aun mostrando con resplandor su color amarillo.

-Primero debes cenar hija.

Dijo la mujer mientras dejaba en el suelo una canasta llena de los víveres que había comprado.

-Pero mami...

Dijo la pequeña apuntó de hacer un puchero pero la mujer ya sabia como controlar a su hija.

-Ya se que tal si me ayudas a hacer la comida y después jugamos?.

Dijo la mujer lo cual provocó que la pequeña diera saltitos de alegría.

-Si mami!.

Después de haber senado y jugar tanto la pequeña como la mujer se encontraban acostadas sobre un petate, la pequeña se encontraba profundamente dormida mientras que abrazaba a su madre, la tierna escena fue interrumpida cuando un fuerte sonido (como si alguien golpeara la tierra) iso que la mujer despertará, pudo ver como había una luz del otro lado de la cortina (la cual se encontraba en el marco de la puerta) la mujer se levantó y fue a ver quien molestaba a estas horas de la noche.

Al recorrer la cortina pudo ver a dos guerreros de la ciudad de los cuales uno llevaba una antorcha ambos acompañaban a un hombre cerca de los 20 año ella y la ciudad entera lo conocían bien era Tzekel-Kan.

-Es el momento.

Dijo el joven sacerdote de la ciudad, la mujer sabía que no tenía otra opción el la había elegido para conocer en que día regresaría el dios a la ciudad.

-De... Deme un minuto por favor...

Pidió la mujer, el sacerdote asepto la mujer aprovecho esto para entrar a su casa y caminar hacia donde se encontraba su pequeña durmiendo, se arrodilló y con los ojos lleno de lágrimas se despidió.

-Mi pequeña debes ser fuerte... Desde xibalba te estaré viendo...

La mujer beso la frente de su pequeña para terminar con la despedida, salió de su pequeña casa para seguir a los hombres al templo de ceremonias. La pequeña Chell aún dormida e inconsciente buscaba a su madre para abrazarla y sentir su calor ya que la noche era fría pero al no sentir a su madre a su lado abrió sus ojos solo para confirmarlo.

-Mami?.

Preguntó la pequeña aún con sueño mientras se sentaba, rápidamente giro su cabeza a todas lados buscando a su madre desesperadamente pero al no verla se lleno de pánico y miedo.

-Mami!.

Grito la pequeña Chell lo más alto que puedo para intentar llamar a su madre pero no recibió respuesta, comenzó a buscarla en todos lados pero no la encontró, el ruido de unos tambores a la distancia iso que la pequeña saliera de su casa pudo ver una pequeñas luces en el templo de ceremonias, el ruido también iso que los vecinos de la pequeña salieran estos al ver lo que ocurría empezaron a murmurar entre ellos.

YO en el Camino Hacia El Dorado  V. 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora