Capítulo 4

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Carlos y Altivo seguían con su viaje por el bosque mientras que buscaban manzanas de paso, llegaron a hasta otro río pero Carlos lo reconoció como el río por donde Tulio intentó cruzar pero pirañas lo midieron mientras que Miguel lo rodeo.

-Mmm será mejor rodear no quiero que me muerdan.

Diría mientras empiezan a rodear el río hasta que Altivo se detuvo de repente.

-Ey que sucede.

Pregunto Carlos mientras miraba lo que veía Altivo lo cual no era nada más ni menos que manzanas doradas colgando de las ramas de un árbol el cual por suerte no era tan alto como los demás.

-Ya veo, muy bien vamos por ellas.

Dijo Carlos mientras que avanzaban lo suficiente hasta estar debajo del árbol.

-Muy bien no te muevas y conseguiremos muchas manzanas.

Dijo Carlos mientras lentamente se ponía de pie sobre la espalda de Altivo, se tambalea sin parar ya que no tenía mucho equilibrio.

-Solo... Un poco más.

Dijo Carlos mientras se estiraba lo más que podía para comenzar a costar un par de manzanas las cuales dejó caer al suelo para poder cortar más pero Carlos no se espero que Altivo se moviera causando que el chico cayera al suelo, por suerte no se rompió nada solo se consiguió unos rasguños en los brazos.

-Carajo Altivo!!.

Grito el chico molesto pero vio que Altivo se había movido para intentar ahuyentar a un grupo monos que no le temian al caballo y su altura y se robaban las manzanas en el suelo.

-Ey eso es nuestro.

Grito Carlos intentando ahuyentarlos pero estos simplemente siguieron robando las manzanas escapando a la cima de los árboles lejos del alcance de Carlos.

-Malditos! Eso era nuestro!.

Grito el chico furioso no pudo hacer nada para evitar que los monos le robaran algo que le costó conseguir, en un arrebato de ira Carlos tomó unas cuantas vayas y se las aroja.

-Malditos!.

Grito Carlos furioso, los monos al ver las bayas dejaron caer un manzana y salieron corriendo como si le temieran, Carlos no entendía por que los monos le temían a las bayas pero no a Altivo pero al llegarle una idea en la cabeza soltó las bayas.

-Carajo tienen veneno!.

Dijo Carlos para después tirar todas las bayas que tenía en su playera, se acercó a la manzana dorada en suelo y la tomó, aún que no quería admitirlo el quería probar esta manzana de peculiar color, estaba apuntó de darle una mordida a la manzana pero escucho un relincho era altivo que quería comer ya que tenía hambre pero Carlos también.

-(Suspiro) Esta bien.

Dijo Carlos mientras que partía la manzana a la mitad, una mitad para Altivo y la otra para el, al darle la primera mordida sintió el dulce sabor y en su boca, era un sabor totalmente superior a la de las manzanas de su mundo, dulce y jugosa era poco para descubrir el sabor de la manzana, la comió rápidamente sin perder tiempo Altivo iso lo mismo de una sola mordida se terminó su mitad de manzana.

-Carajo es tan deliciosa!.

Dijo Carlos mientras seguía sintiendo el sabor de la manzana en su boca, ambos querían más así que Carlos subió en Altivo y empezaron a buscar más de esas manzanas doradas por desgracia todos los arboles que veían estaban vacíos sin ninguna manzana en sus ramas.

-Carajo de seguro esos monos se las han comidos todas.

Dijo molesto mientras que escuchaba su estómago rugir igual que el de Altivo, ambos estaban apuntó de rendirse cuando de repente vieron un pequeño manzano con manzanas doradas en algunas de sus ramas, Altivo rápidamente corrió hacia el árbol.

YO en el Camino Hacia El Dorado  V. 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora