Un joven de 18 años llamado Carlos que empezaba a interesarse en la historia del México antiguo vuelve a ver su película favorita de la infancia "El camino hacia el dorado" sin saber que al siguiente día despertaría en este mundo.
Ahora el debe busc...
La pareja caminaba por las calles de la ciudad rumbo a la vivienda del jefe Tanabok.
-Y eso son las películas.
Dijo Carlos mientras caminaba al lado de Chell aprovechando que no había muchas personas cerca el chico había estado contando a Chell sobre varias cosas en su mundo pero como medida de precaucion hablaban de estos temas en voz baja para que solo ellos pudieran escucharse.
-Vaya tu mundo está lleno de cosas asombrosas me gustaría conocerlo.
Dijo Chell con la ilusión de ver algún día todas las cosas que Carlos le había contado.
-No creo que se pueda.
Respondió el chico.
-Por qué? De donde vienes es muy lejos?.
Pregunto Chell, el chico se percató en ese momento que en ningún momento le explico a Chell de donde venía esactamente haciéndole creer que venía de tierras lejanas y no del futuro.
-Eh bueno... Vengo de un lugar muy lejano no creo que podamos ir.
Dijo el chico de momento ya que quería explicarle en otro momento a la morena de donde venía esactamente.
-Entiendo.
Dijo Chell un poco triste y resignada de que nunca podría visitar la tierra de su amado, mientras seguían con su camino la pareja era saludada por varios habitantes qué pasaban a su lado esto provocaba una sonrisa en el rostro del chico ya que a diferencia de su mundo se sentía feliz y bienvenido.
-Muy bien llegamos mi señor.
Dijo Chell entrando en su papel de vocera mientras señala sutilmente la vivienda en donde había crecido.
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El lugar en donde había crecido chell se trataba de un palacio, la estructura se elevaba varios metros contaba con un número de largos escalones y como la mayoría de las edificios de la ciudad contaba con decorados de oro y piedra rojiza.
-Wow...
Dijo Carlos asombrado por el aspecto del palacio, después de varios minutos en los cuales el chico se quedo de pie mirando la estructura con asombro empezó a subir los escalones en compañía de la morena, en la entrada principal los esperaban don guerreros de la ciudad armados con lanzas de punta de obsidiana y pequeños escudo redondo decorados en los marcos con preciosas plumas azules.
-Mi señor.
Dijeron ambos guerreros al ver a su señor para después arrodillarse en una rodilla en señal de respeto.
-Pueden levantarse.
Dijo Carlos con su voz imponente, ambos guerreros lo isieron de inmediato.
