Un joven de 18 años llamado Carlos que empezaba a interesarse en la historia del México antiguo vuelve a ver su película favorita de la infancia "El camino hacia el dorado" sin saber que al siguiente día despertaría en este mundo.
Ahora el debe busc...
Chell acariciaba gentilmente el cabello de su amado en cual seguía descansando sobre su pecho, Carlos se sentía en paz y seguro al escuchar el corazón de su amada Chell, en ese momento llegan Altivo y Bibo los cuales al ver la escena se muestran confundidos.
-Tranquilos chicos el esta descansando.
Diría mientras sigue acariciando la cabeza de Carlos, el tierno momento fue brutalmente interrumpido por un fuerte estruendo acompañado por los gritos de las personas, todos al escuchar lo que estaba pasando salieron para ver que ocurría llevándose una gran sorpresa por la escena.
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Un gigantesca jaguar de piedra estaba surgiendo del templo de adoración, Carlos fue el que más se asombro ya que aun que sabía que pasaría lo había olvidado por todo lo que había pasado.
-Tzekel-Kan...
Fue todo lo que pudo decir Carlos.
-Tzekel-Kan? Crees que sea el?.
Pregunto Chell mientras no dejaba de ver a la gran vestia de piedra.
-Sin duda es el.
Carlos regresaría adentro por su espada sabía lo que pasaría y aun que tenía miedo de enfrentarlo entendía muy bien que debía hacer algo.
-A donde vas?.
Pregunto Chell al ver su amado acercarse a los escalones.
-Se como detener a esa cosa.
Dijo chico decidió a detener al sacerdote y su demente plan, Chell lo tomo del brazo con fuerza no quería perder a su amado, el chico se llevó una sorpresa al ver que sus amigos también lo detuvieron.
-No vayas! Esa cosa te matara.
Dijo la morena llena de miedo de perder a la única persona que la ama.
-Sabía que esto pasaría y no ise nada para detenerlo no dejaré que nadie salga lastimado por mi culpa.
Dijo Carlos, Chell entendía la razón de su amado y la aprobaba al igual que Bibo y Altivo.
-Muy bien.
Dijo Chell para soltar el brazo de su amado.
-Pero no iras solo.
Dijo para después subir en Altivo Bibo iso lo mismo.
-Te ayudaremos.
Dijo la morena decidida a ayudar a detener a Tzekel-Kan.
-Que?! No es muy peligroso para ustedes.
Dijo Carlos negándose a tal descabellada idea.
-No dejaré que te enfrentes a esa cosa solo.
La petición de la morena fue acompañada por un relincho de Altivo el cual también estaba decidido a ayudar a la gente de la ciudad, Carlos sabia que ninguno de ellos aseptaria un no, así que dejo soltar un pequeño suspiro para después responder.
