La vida cotidiana de el pastoral [BL]

Capítulo 63

Pronto, tras intensos preparativos, el restaurante de Wang Shuxiu iba a abrir.

El día antes de la inauguración, Yi Hang se dirigió a la aldea de Lingshui, donde estaba el vivero, y pidió al Tío Li que cosechará un lote de verduras. Lu Lingxi ya había hablado antes con el Tío Li, y Yi Hang lo conocía bien de sus frecuentes viajes al vivero. El Tío Li ya lo había preparado todo antes de que llegara Yi Hang. Las verduras compradas se colocaron ordenadamente en cestas y se amontonaron en su patio. Los aldeanos de la aldea de Lingshui estaban preocupados por qué hacer con las verduras de sus campos. Cuando Lu Lingxi les dijo que iba a comprarlas, todos se pusieron muy contentos. Aunque Lu Lingxi no quería mucho, comparado con dejar que esas verduras se pudrieran en el campo, ya era un beneficio inesperado.

Yi Hang trajo las verduras y Wang Shuxiu las empaquetó por la tarde. Había demasiado que hacer para ella sola, así que Lu Lingxi y Yi Hang estaban aquí para ayudar, e incluso Dahei cambió su habitual tranquilidad y se unió a la diversión, ladrando de vez en cuando.

Los tres estuvieron ocupados hasta la noche, cuando Yan Yue se acercó después de que Tiny Garden cerrara. A Wang Shuxiu le dio un poco de vergüenza molestar a Yan Yue, pero éste le dijo amablemente: "A partir de ahora todos somos vecinos, es justo que nos ayudemos mutuamente."

"¿Vecinos?" Wang Shuxiu se sorprendió un poco.

Lu Lingxi intervino con una explicación: "El Hermano Mayor Yan compró la casa de al lado de la Tía Hu".

Wang Shuxiu sabía que la casa de al lado había sido reformada recientemente, pero no esperaba que fuera Yan Yue quien la comprara. La expresión de Yan Yue era amable: "El smog de Fengcheng es demasiado pesado y hay pocas comunidades con un ambiente tan bueno. Aunque la casa sea un poco vieja, no importa, si el entorno es bueno".

Su razonamiento estaba justificado, pero Wang Shuxiu sentía que algo parecía estar mal. Sin embargo, Wang Shuxiu también tenía que admitir que el ambiente en la comunidad era realmente bueno este año y, por lo que ella sabía, varias de las casas del vecindario sí se habían vendido recientemente. La sensación de extrañeza pasó de largo; Wang Shuxiu estaba demasiado ocupada abriendo su restaurante como para pensar en que Yan Yue se había comprado una casa.

Yan Yue enganchó débilmente las comisuras de los labios; eligió deliberadamente el momento en que Wang Shuxiu abría su restaurante para anunciar la compra de la casa. Durante ese tiempo, Wang Shuxiu estaría demasiado ocupada como para pensar en otras cosas. Después de un tiempo, el negocio del pequeño restaurante iría por buen camino y Wang Shuxiu tendría tiempo de volver a pensar en ello, pero para entonces ella ya se habría acostumbrado a su presencia.

Eran casi las diez de la noche cuando terminaron. Todo el restaurante estaba limpio y las mesas y sillas ordenadas. Wang Shuxiu miró todo aquello con cierta emoción, pensando que mañana tendría que madrugar para venir, así que simplemente dejó que Lu Lingxi y los demás se fueran a casa primero y se quedó sola en el segundo piso para ahorrarse la molestia.

Lu Lingxi estaba un poco preocupado de que no fuera seguro que Wang Shuxiu se quedara sola aquí. Wang Shuxiu se rió: "¿De qué te preocupas? La puerta de hierro de fuera está cerrada, y arriba hay protección en las ventanas, así que ¿quién puede entrar?".

Al insistir así, Lu Lingxi tuvo que marcharse con Yan Yue y Yi Hang. Cuando los tres se marcharon, Yi Hang miró su pequeño Jinbei y lo comparó con el coche de Yan Yue aparcado al lado con una mirada amarga en el rostro. A Lu Lingxi le hizo gracia su expresión y miró a Yan Yue: "Hermano Mayor Yan, tú puedes volver primero, yo me quedaré en el coche de Yi Hang".

Yan Yue miró en silencio a Yi Hang y asintió.

Los dos hombres y el perro subieron al coche. Yi Hang miró el coche de Yan Yue por la ventanilla con cierta envidia: "¿Cuándo podré permitirme ese coche?".