La vida cotidiana de el pastoral [BL]

Capítulo 76

Yan Yue encontró tiempo para reunirse con Xiao Feng al día siguiente. Los dos se encontraron en el vivero de la Jardinería Qiu Tian.

El vivero de la Jardinería Qiu Tian era similar en tamaño al de la Jardinería Luxuan, con un paisaje continuo con límites que no se podían ver. Xiao Feng llegó antes y se apoyó en la camioneta verde mientras esperaba a Yan Yue, encendiendo habitualmente un cigarrillo. Xiao Feng había oído antes el nombre de Qiu Tian. Qiu Tian había sido el horticultor número uno de Fengcheng, y uno de los primeros en la lista de gente adinerada de Fengcheng, que acabó mal después de que el cielo se pusiera patas arriba de la noche a la mañana.

Xiao Feng se puso un poco emocional. Nunca antes había temido las represalias; si ganaba dinero con un negocio de corazón negro, merecía morir de mala muerte. Pero tras unos días de ocio y unas cuantas comidas con Wang Shuxiu, empezó a asustarse al ver que le esperaba una buena vida. Pensó en su hermano mayor del noroeste, que en sus días de ferocidad había sido aún más despiadado que él. Pero cuando su hermano conoció a su esposa, la cuñada de Xiao Feng, fue capaz de convertirse en un buen hombre, un hombre virtuoso y respetuoso de la ley, y casi se convirtió en un bodhisattva¹. Xiao Feng no lo entendía antes, pero ahora probablemente entendía la mentalidad de su hermano mayor.

Xiao Feng vio el coche de Yan Yue antes de terminar con estos pensamientos. Entrecerró un poco los ojos, apagó su cigarrillo y se irguió, esperando a que Yan Yue se acercara. No era la primera vez que trabajaban juntos. La última vez, habían cooperado para atrapar a Lu Yishui, y esta vez trabajaron juntos para acabar con la Jardinería Qiu Tian. Aunque Xiao Feng estaba contento de trabajar con Yan Yue, también desconfiaba vagamente de este hombre. La otra parte era mucho más despiadada de lo que Xiao Feng había sido a su edad.

A diferencia de Wang Shuxiu, como hombre, Xiao Feng podía ver las intenciones de Yan Yue hacia Lu Lingxi de un vistazo. Tácitamente aceptó fingir que no sabía nada, pero cuando pensó en el temperamento de Wang Shuxiu, no pudo evitar regodearse en su corazón.

Yan Yue salió rápidamente del coche, miró a Xiao Feng y le dijo cortésmente: "Hermano Feng".

Xiao Feng sonrió y fue igualmente muy educado, "Señor Yan".

Su cruce era Lu Lingxi y Wang Shuxiu, y técnicamente no tenían mucha amistad en privado. Aunque podrían llegar a ser familia en el futuro, Xiao Feng realmente no sería tan tonto como para hacer alarde de ser su suegro frente a Yan Yue, y viendo lo decisivo que Yan Yue había sido con Lu Yishui, temía que a Yan Yue no le importaran mucho los llamados suegros. Después de las cortesías iniciales, los dos hombres se pusieron manos a la obra: la división de la Jardinería Qiu Tian. Como se había acordado, Yan Yue se quedó con tres cuartas partes del Jardín Qiu Tian y Xiao Feng con la cuarta parte restante. Específicamente, los semilleros fueron para Yan Yue y del vivero, la mitad fue para cualquiera de los dos.

"¿Qué pasa con las plantas maduras del vivero?". Xiao Feng miró a Yan Yue; este era exactamente su dilema.

Después de que Qiu Jun había transferido la Jardinería Qiu Tian a Xiao Feng, Xiao Feng envió a alguien a hacer un cuidadoso inventario de todas las plantas en el vivero y en los semilleros, y descubrió que había una gran proporción de plantas que estaban a punto de madurar y necesitaban ser vendidas. De hecho, ésta era la parte más valiosa de la Jardinería Qiu Tian. Debido al incidente de las flores venenosas, la reputación de la Jardinería Qiu Tian en el mercado hortícola de Fengcheng había caído, y las floristerías y unidades municipales con las que solía trabajar habían cancelado su cooperación, lo que no dejaba ningún medio para vender las plantas. Aparte de la Jardinería Qiu Tian, Xiao Feng sólo podía pensar en Tiny Garden. Sin embargo, la influencia de Tiny Garden era demasiado pequeña y tenía poca confianza en él. Si no podía encontrar un medio adecuado en un futuro próximo, las plantas se quedarían en sus manos.