-Hipócrates decía 《Las enfermedades no nos llegan de la nada. Se desarrollan a partir de pequeños pecados diarios contra la naturaleza. Cuando se hayan acumulado suficientes pecados, las enfermedades aparecerán de repente》. Entonces... ¿Qué pecados...
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Tomé asiento en la silla frente a Luz. La comida de ella y la mía seguían ahí, intactas.
-Wow, tardaste un poco, ¿Te sientes mal?-Evité verla a los ojos, pues estos desprendían preocupación entera-.¿Deseas que nos vallamos?-Talvez alguien se pregunte: ¿Eso es malo? Pues... a veces una sola mirada te puede desmoronar por completo. No necesitaba nada de eso.
-No, descuida, solo que la fila era larga-Mi brazo escoció un poco al rozar las heridas con la tela parcialmente húmeda-.Hemm, ¿Comemos?
-Claro-Su sonrisa era amplia.
Tomé los utensilios y corté un pequeño trozo de mi comida, lo llevé a mi boca y al sentir su sabor... ¡Titán!
-Luz, esto sabe riquísimo-Comí un poco más deleitándome con la exquisitez del platillo frente a mí.
-Lo sé. Yo les enseñé a cocinarlo-Bromeó Luz comiendo luego de su comida.
-Claro, y yo le di la idea del cuervo a Poe-Increíblemente, Luz me hacía reír aún después de agredir contra mi misma en el baño.
-Realmente, me gustaría si quiera poder probar eso, pero no puedo.
-No entiendo, ¿Por qué?-Cuestioné incrédula.
-Bueno, la lactosa me mataría, soy intolerante a ella-Eso tenía más sentido.
-¿En serio?-Ella asintió sonriendo mientras masticaba su comida-.Te pierdes muchas cosas, Clawthorne.
-Sí, pero la vida es injusta.
-En tu vida pasada hiciste algo terrible, por eso ahora lo pagas-Argumenté riendo.
-¿Qué? Claro que no-Luz simulaba su molestia.
Seguimos bromeando entre nosotras hasta terminar nuestra comida, luego de eso Luz pidió un postre, yo no quise, no hasta que lo llevaron a nuestra mesa.
-¿Segura que no quieres, Blight?-Su tono era burlón, pues sabía que mi boca se hacía agua ante aquel pudín de chocolate (obviamente sin leche).
-No, gracias.
-¿Te han dicho que eres demasiado obstinada, brujita?
-¿Te han dicho que eres algo idiota, Clawthorne?-Me estaba hartando, pero no de ella, si no de que me recordara que mi orgullo es alto.
-Eres tan terca...-tarareó llevándose otro bocado de aquel postre que se veía tan apetitoso-.Abre la boca.
-¿Qué?-Me parece que no la escuché bien.
-Dije: "Abre la boca". Anda-Un tenedor se acercaba a mi rostro lentamente.
-No-Mi rostro, serio; mi cerebro, gritando: "¡Acepta, casi se acaba!-.Eso es muy infantil de tu parte.
-Vamos, Blight. Solo come un poco de pudín y listo, te dejaré en paz-La sonrisa de Luz era de burla.