Febrero

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Cambié mi forma de hablar y hasta de vestir,
Tú nunca cambiaste ni tu forma de pensar o sentir.
Creí que tu corazón ya estaba roto,
Lo que estaba rota era tu mente.
Tenía lastima, ahora me doy cuenta que tantas grietas no eran suficiente.
Pude sanar tus heridas,
Pero no podía cuando tú abrías las mías.
No era amor, lo sabías,
Aunque duela, jamás lo entenderías.

Te odio y es lo mejor que he sentido,
Porque sentía que no servía como novio o como amigo.
Esto no suena nada poético,
Pues son sólo mis lágrimas hablando de algo patético.
¿Quién estaba para ayudarme?
Si me querías amar sin amarme.
No había nadie que de ti me salvara,
Fueron mis venas quienes me pidieron que ya no luchara.

Entregué mis miedos y ya no me queda nada.
Perdí la luz y la sombra de tu mirada.
No me siento triste ni contento,
Pues ahora soy yo quien causa su propio sufrimiento.
Estoy roto, pero todas más partes son mías.
Ese "nosotros" era tan solo poesía.
Me hacías feliz con cada mentira.
Me quitabas una parte de mi con cada ataque de ira.

Estar sin vos y libertad son sinónimo.
El antónimo de quererte es "quererme".
Ahora mi corazón es un anónimo.
La paz era no tenerte.
Hay que estar idiota para tirar algo tan simbólico,
O solo estar muy roto, estando un largo tiempo siendo fuerte.
Un sentimiento anímico, lo sé: es irónico.
Me quedé ciego cuando lo único que quería era verte.
¡A la mierda el amor platónico!
Debo admitir que pensar en mí ha cambiado mi suerte.

- Montes De Oca

Poemario Eterno de Montes de Oca Donde viven las historias. Descúbrelo ahora