Poemario Eterno de Montes de Oca

Meditabundo

Me invento mentiras y es lo más real que he vivido.
Me estoy ahogando entre tiburones;
Son mis oídos los que me hablan para decirme que vaya más al fondo,
Que ahí encontraré quien me entienda, quien me seque, quien me acepte y quien me ame.

Las nubes son rosas por la cantidad de corazones que pudieron amar, pero al final tanto amor los terminó rompiendo.

Sentir un vacío mientras no hay nadie es la verdadera soledad.

Ya estoy cansando de saltar a como me gusta y caer con el tobillo torcido y la rodilla rota.
La vida me pisa los pies cuando bailo con ella,
Yo la tomo de la cintura. Ella me sujeta de la garganta y me da un beso mientras mis ojos explotan.

Soy tan perfecto ocultando cosas de mí mismo.
Soy tan imperfecto cuando se trata de verme al espejo.
Solía contar la cantidad de amigos y ahora no cuento con nadie.
En el libro de la vida soy una palabra mal escrita.
En el juego del amor soy un mal perdedor.
Pretendo que mi vida mejore sin siquiera mejorar yo.
Me doy cuenta que tampoco resuelvo mis problemas, sólo dejo que ellos sean parte de mí hasta ya no verlos como un problema.

Un brindis por todas aquellas noches que no fueron para dormir sino para llorar.
Estoy destrozado y no me doy cuenta.
La tristeza es necesaria, claro, pero necesito dejar de estar triste.
Nunca había sentido tanto frío a como estos meses sin ser abrazado.
Lo único que cambia son mis calcetines.
Diferente pensamiento, mismo motivo.

¿Quién escribió la leyes de a quien se puede amar y a quien no?
Porque se le olvidó ponerme en la lista.
Todo es una de esas canciones que amas, y escuchas tantas veces que te terminas aburriendo.
Soy parte de mi propio hundimiento.
Dame motivos para reír porque para llorar ya tengo bastantes.
Mi mente es cuadrada y yo tan plano.

Nada hiere más que el amor, excepto el desamor propio.
Está bien rendirse, las derrotas se hicieron para personas fuertes.
Y si está bien estar mal, entonces todo está bien todo el tiempo.

- Montes De Oca