Poemario Eterno de Montes de Oca

Olas de Adiós

Soy un perfecto mentiroso en un mundo piadoso.
Soy la última persona en la que pienso antes de dormir.
Soy el último en dormir cuando me pongo a pensar.
Soy el que lo deja todo y luego vuelve a insistir.
Soy el que realmente nunca lo va a dejar.
Soy yo, es lo que quiero decir,
Pero tanto yo y tanto de mí, nunca será mar.
Vivir y amar.

Ahora lo que valgo es todo lo que extraño.
La marea no quiere que te vea.
No importa si pasan los años o los daños,
El resultado será el que quiere la marea.
¡Maldita sea!
Ya no es realmente como lo era.
Y es que quiero tenerte cuando ni siquiera puedo quererte,
O quererme,
O querernos,
O al menos que me quieras.

Conversando con las olas me puse a preguntar,
¿Cuándo ibas regresar?
Me dijo que te llevó hace rato con la corriente a otro mar.
Y es que ni sé nadar y tú no sabes volver;
Y es que ni sé olvidar y tú no sabes perdonar.
Te podría buscar en otro mar,
Pero soy el único agua que conozco.
Hay tantas fugas en tus ojos y tan poca cinta en mis dedos.
Hay tanto río en tu boca y poca piedra en mi pecho.

Somos perfectos mentirosos en una vida llena de mentiras.
Somos los pasos que pasan en el pasado de lo pesado.
Somos Martes y el color beige,
Somos Solomon y Miranda del Sol.
Somos la razón por la que existen mangas,
La razón por la que existen vendas,
La razón por la que existen las suturas
y la razón por la que existe el mar.
Vivir y mar.

Vos una ola y yo sólo un adiós.
No sé si estoy hundido o estoy en lo profundo,
Lo que sé es que ya no estamos nadando juntos.
Quizá estoy tocando fondo por no querer tocar tu rostro,
O quizá me estoy ahogando porque no sé volar.
A cómo sea voy a respirar,
Aunque ya no sea a tu lado.
Pero nadie ha pedido perderse nadando,
Ni nadie ha regresado de un adiós en el mar.

- Montes de Oca