//Capítulo 5\\

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Los sonidos alarmantes sonaban muy lejanos tras poder abrir los ojos, me encontraba boca abajo y tenía un dolor en el abdomen de mil demonios, al igual que sufría de algunos dolores agudos en el rostro. Cuando mis parpados intentaron captar lo que tenía alrededor, me encontraba en el coche, el cual estaba boca abajo, a mi lado tenía a Tommy y al frente el cristal estaba hecho trizas junto con los de los laterales. Me intenté voltear, pero el cuello me estaba matando.

-¡Sarah! Sarah, cariño ¿Estas bien? -Pregunté alarmado, hasta que recibí un sí en tono bajo y ronco, luego miré a Tommy, quien tenía pistola en mano y ya estaba deslizando para salir del coche. Yo no tarde en seguirle el ritmo, cada mísero movimiento era un dolor más en mi cuerpo, pero no podía quedarme quieto.

Cuando estuve por fin fuera del coche, me acerqué a las ventanillas de atrás, las cuales como las de delante se encontraban rotas. Sin pedirlo, Sarah vino a mis brazos, aunque lo único que escuchaba eran gemidos del dolor de parte de ella. Tenía algunos cortes por el rostro, por culpa de los cristales. Al momento, en el que llegó hasta a mí saqué su cuerpo con lentitud y cuidado del coche. Un ser se acercó a mí antes de ayudar a que se levantará, pero Tommy estuvo rápido y consiguió darle un disparo en la frente antes de que me atacará, se podría decir que lo que más importante que se llevó mi hermano de lo militar fue la puntería.

Ignorando el cuerpo que cayó a mi lado, levante con cuidado a Sarah pero solo recibía gemidos de dolor. Y registre todo su cuerpo con rapidez, no le vi ningún desgarro y suspire aliviado, no sé cómo podría actuar si le pasara cualquier cosa, por esa misma razón, me encontraba rogándole a Dios en silencio que todo esto saliera bien y que la mantuviera a mi lado, aunque digamos que no era muy creyente.

-Cielo, ¿Qué te duele? -Pregunté buscando alguna razón a su dolor.

-El tobillo. -Respondió con otro gemido de dolor saliendo de su interior mientras se sujetaba a mí.

Y ahí fue cuando me fije en su herida, el tobillo lo tenía completamente doblado. La cargué con mis brazos suponiendo que no podía caminar, y no podía permitirme perder tiempo. Tommy empezó a correr, y yo hice lo mismo con Sarah en mis brazos. Tuvimos que esquivar a muchas personas que se caían a nuestros lados, para nosotros no hacer el efecto domino junto con ellas. Al poco tiempo pasamos por un callejón, con unas verjas metálicas de dos metros pero que tenían la puerta central entre abierta.

-Por el callejón, ¡Ahora! -Grito Tommy mientras miraba hacia su alrededor, observando si debía gastar otra bala en esos seres.

No tarde en hacerle caso, pero justo cuando entre, un coche policial salió disparado hacia nosotros, impidiendo el paso de Tommy hacia el callejón. Aunque estaba más asustado, agradecí a Dios que este no fuera arrollado por el accidente.

-¡Corred! -Gritó Tommy desde el otro lado del vehículo, el cual se estaba incendiando desde todos los ángulos-. ¡Os alcanzaré!

Confiaba en Tommy, así que sabiendo que me lo encontraría de nuevo me volteé para echar a correr hasta lo profundo del callejón, todo era oscuridad. Solo nos hundía eso, nos encontrábamos en un abismo llenos de cubo de basura y olor a tubería atascada con aguas negras. Por otro lado, solo escuchaba los gritos alejados y los sollozos silenciosos de mi hija sobre mi pecho.

-No mires Mírame a mí. Saldremos de aquí. ¿Vale? -Le hablé con el tono más tranquilizador, pero me quedé en silencio cuando llegué al otro lado del callejón, donde había un hueco de 3 paredes.

La escena era aterradora, incluso no me habría forma de creerla si es que no la hubiera visto con mis propios ojos oscuros. Varios cuerpos ya fallecidos están el suelo, menos uno, el cual me estaba mirando con unos ojos que solo reflejaban piedad, sobre ellos había otros humanos con heridas graves y roturas en sus vestimentas, devorando cada mínimo trozo de carne de sus cuerpos. Ninguno me prestó atención, y quería aprovechar para largarme por cualquier hueco del lugar, pero ya era tarde. Un sujeto había volteado su cara hacia mí y a Sarah.

The Last Of Us. Otro camino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora