Sienna se despertó a la mañana siguiente con una sensación de vacío en el pecho. Había pasado la noche con Paul, un hombre al que acababa de conocer, pero que la había hecho sentir viva de una manera que no se había sentido en años. Pero ahora él se había ido, y ella no sabía si alguna vez volvería a verlo.
Se levantó y siguió con su día, pero no podía evitar la sensación de que faltaba algo. Trató de concentrarse en su música, en los conciertos que tenía programados para la semana, pero su mente seguía volviendo a Paul.
No tenía su número de teléfono y ni siquiera sabía su apellido. Era como si hubiera desaparecido en el aire.
Sienna trató de decirse a sí misma que no importaba, que acababa de conocerlo y que era una tontería encariñarse tanto tan rápido. Pero en el fondo, sabía que no podía quitarse la sensación de que había perdido algo importante.
Los días se convirtieron en semanas, y Sienna siguió tocando en pequeños bares y cafeterías de la ciudad. Trató de concentrarse en su música, de verter toda su energía en las canciones que estaba escribiendo, pero Paul siempre estaba en el fondo de su mente.
Las redes sociales no existían en esos días, por lo que Sienna ni siquiera podía recurrir a Facebook o Instagram para tratar de encontrarlo. Era como si se hubiera desvanecido en el aire.
Empezó a sentir que se estaba volviendo loca, como si se lo hubiera imaginado todo. Pero luego, una noche, ella estaba tocando en un pequeño bar en las afueras de la ciudad cuando lo volvió a ver.
Paul estaba sentado en la barra, fumando un cigarrillo y bebiendo una cerveza. El corazón de Sienna dio un vuelco cuando lo vio y sintió que una ola de alivio la invadía.
Terminó su set y caminó hacia él, tratando de mantener la calma. Hablaron un rato, poniéndose al día sobre las semanas que habían pasado desde la última vez que se vieron.
Paul no le pidió su número de teléfono y Sienna no le pidió el de él. Era como si ambos supieran que este era un momento que debía vivirse en el presente, sin preocuparse por lo que podría suceder en el futuro.
Mientras estaban allí sentados, hablando, riendo y fumando cigarrillos, Sienna supo que había encontrado algo especial en Paul. Y aunque no sabía adónde conduciría esta conexión, sabía que estaba dispuesta a arriesgarse.
Durante las próximas semanas, Sienna y Paul siguieron encontrándose en diferentes bares y locales de música de la ciudad. Pasarían horas hablando de todo, desde música hasta libros, sus esperanzas y sueños.
Sienna sintió que finalmente había encontrado a alguien que la entendía, alguien que compartía su pasión por la vida y la creatividad. Y Paul sentía lo mismo por Sienna.
Una noche, después de una conversación particularmente larga sobre sus bandas y artistas favoritos, Paul le contó más a Sienna sobre el Mojave, el lugar al que solía ir cuando era niño.
"Era solo esta vasta extensión de arena y cielo", dijo, dando una larga calada a su cigarrillo. "Iba allí con mi papá a veces, solo para alejarme de todo. Montábamos una tienda de campaña y pasábamos la noche bajo las estrellas. Era como si nada más importara excepto nosotros dos y el desierto"
Sienna escuchó atentamente mientras Paul hablaba, imaginándose a los dos en medio del desierto, rodeados de nada más que arena y cielo.
"Eso suena increíble", dijo ella, sonriéndole.
"Lo fue", dijo Paul. "No he estado allí en años, pero siempre pienso en eso cuando las cosas se ponen difíciles"
Sienna sabía exactamente a qué se refería. Ella tenía su propio escape, su propia manera de alejarse del ruido y el caos de la ciudad. Para ella, era la música.
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Robbers | Paul Mescal (Spanish version)
FanfictionSienna es una chica salvaje que siempre ha sentido que estaba destinada a algo más que la vida en un pequeño pueblo donde creció. Después de años de viajar y tocar en bares de mala muerte por todo el país, anhela a alguien que la entienda y una cone...