Capítulo 6

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Mientras Sienna y Paul conducían por la ciudad, Sienna no pudo evitar sentir una sensación de inquietud. Sabía que iban de camino a entregar el cuadro robado a los peligrosos hombres que habían contratado a Paul en primer lugar.

A pesar de sus reservas, Sienna sabía que no podía dejar que Paul enfrentara esto solo. Se había metido en este lío con él, y lo llevaría hasta el final.

Cuando llegaron al lugar designado, los hombres los estaban esperando. Sienna podía sentir sus ojos sobre ella, y sabía que la estaban evaluando, tratando de averiguar si era una amenaza.

Paul entregó la pintura y los hombres la examinaron cuidadosamente. Sienna observó cómo regateaban con Paul por el precio y sintió disgusto por la forma en que lo trataban como si fuera una mercancía.

Después de cerrar el trato, Paul y Sienna se retiraron a un bar cercano para celebrar su victoria. Bebieron mucho, brindando por su éxito y el uno por el otro.

A medida que avanzaba la noche, el alcohol comenzó a pasar factura. Sienna se sintió mareada y aturdida. Pero cuando salieron a la calle, Sienna no pudo resistir el impulso de besarlo. Presionó sus labios contra los de él, sintiendo el calor de su cuerpo y el sabor a alcohol en su aliento.

Por un momento, se olvidaron de todo lo demás. Estaban perdidos en el calor del momento, envueltos en los brazos del otro.

Pero cuando se alejaron, Sienna supo que esto no podía durar. Había demasiados peligros por delante, demasiados riesgos que tendrían que correr.

A pesar de la incertidumbre, Sienna sintió una sensación de determinación. Haría lo que fuera necesario para mantener a Paul a salvo, incluso si eso significaba ponerse en peligro.Mientras caminaban por la calle vacía, Sienna sabía que el camino por delante sería traicionero. Pero con Paul a su lado, se sentía invencible.

Mientras continuaban su viaje, Sienna no pudo evitar reflexionar sobre los eventos trascendentales que los habían llevado a este punto. Nunca había esperado encontrarse atrapada en un peligroso robo de arte, y mucho menos envolverse con el hombre responsable.

Pero ahora, mientras miraba a Paul, supo que no querría estar en ningún otro lugar. A pesar de los riesgos y la incertidumbre, estaba agradecida de estar a su lado.

Mientras caminaban, Sienna recordó la historia que Paul le había contado sobre Mojave. No pudo evitar ver los paralelos entre su situación actual y los recuerdos de Paul del vasto e implacable paisaje.

Al igual que en el desierto, estaban rodeados de peligro e incertidumbre. Pero al igual que en el desierto, necesitarían confiar en sus instintos y sus habilidades de supervivencia para sobrevivir.

Sienna sabía que tendría que ser valiente e ingeniosa si quería mantener a Paul a salvo. No podía dejar que sus sentimientos por él nublaran su juicio, sin importar cuánto deseara estar con él.

Mientras continuaban caminando, Sienna sintió una renovada sensación de propósito. Sabía que el camino por delante estaría lleno de peligros, pero estaba lista para enfrentarlo de frente, con Paul a su lado. Sienna nunca se había sentido más viva. A medida que avanzaban hacia lo desconocido, ella sabía que esto era solo el comienzo de su viaje y estaba ansiosa por ver a dónde los llevaría.

Pasaron los días y Sienna se encontró cada vez más arraigada en el mundo de Paul. Nunca antes había estado tan cerca del peligro, y la emoción de todo eso era a la vez estimulante y aterradora.

Pero incluso cuando se adentraron más en el sórdido vientre del mundo del arte, Sienna no pudo evitar sentir una sensación de satisfacción cuando estaba con Paul. Había algo en él que la hacía sentir segura, incluso en las situaciones más peligrosas.

Robbers | Paul Mescal (Spanish version)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora